El Plan Integrado de Energía y Clima contempla la salida de la energía nuclear del sistema eléctrico español entre 2025 y 2035, y que, al final de la década, más del 70% de la generación sea renovable. El objetivo es que España haya reducido en 2030 un 20 % sus emisiones con respecto a 1990.
El Ejecutivo prevé aumentar la generación eléctrica mediante renovables al 74% en 2030 frente al 40% actual. Al mismo tiempo, prevé reducir la dependencia energética en diez años al 59% desde el 74% actual.
Pedro Sánchez prevé inversiones públicas de 47.000 millones de euros para el Plan a 2030 y estudia la emisión de bonos verdes para financiar parte de ellas.