Reuters.- Alemania entra en la fase 2 de su plan de emergencia para el gas, que consta de tres etapas, pero todavía no se activará una cláusula que permitiría a las empresas eléctricas repercutir en los clientes el aumento de los costes del gas, según ha declarado el Ministerio de Economía.
La medida es la escalada más reciente en un enfrentamiento entre Europa y Moscú que ha puesto de manifiesto la dependencia del bloque respecto al suministro de gas ruso y la dificultad de encontrar alternativas durante varios años.
La 'fase de alarma' de la segunda etapa se activa cuando el Gobierno aleman ve un alto riesgo de escasez de suministro de gas a largo plazo. Permite a las empresas eléctricas repercutir los altos precios en la industria y los hogares y contribuir así a reducir la demanda.
Ante la disminución de los flujos de gas procedentes de su principal proveedor, Rusia, la primera economía europea ha estado desde finales de marzo en la fase 1 de su plan de emergencia, que incluye un control más estricto de los flujos diarios y un esfuerzo por llenar las instalaciones de almacenamiento de gas.
"No debemos engañarnos a nosotros mismos: el corte en el suministro de gas es un ataque económico contra nosotros por parte de Putin", dijo el ministro de Economía, Robert Habeck.
Según el plan, Berlín proporcionará una línea de crédito de 15.000 millones de euros para llenar las instalaciones de almacenamiento de gas. Además, este verano se lanzará un modelo de subasta de gas para animar a los consumidores de gas industrial a ahorrar gas.
Se había especulado con la posibilidad de pasar a la fase 2 desde que el proveedor ruso Gazprom redujo la semana pasada los flujos a través del gasoducto Nord Stream 1 a solo el 40% de su capacidad, alegando que no se podían efectuar envíos de equipamiento debido a las sanciones.
En la segunda fase, el mercado sigue siendo capaz de absorber el volumen que falta sin necesidad de la intervención estatal que entraría en la última fase de emergencia.