Los inversores vigilan la evolución de los sectores más sensibles ante las posibles nuevas medidas que prepara el nuevo gobierno de coalición entre el PSOE y Unidas Podemos. Entre ellos, el de la energía que espera cambios regulatorios y temen que se eleven las tasas a la generación hidráulica y más contribuciones para combatir la pobreza energética.
O como los bancos y BME a los que podría afectar que se imponga una tasa a las transacciones financieras. O la firma de juego Codere ante la expectativa de que se "controle" la extensión de las casas de apuestas y se regule la publicidad de los juegos de azar y apuestas 'online'.
Los analistas consultados por Capital Radio coinciden en que el efecto del nuevo Gobierno no va a ser inmediato y de hecho, no ha tenido prácticamente ninguna repercusión en el IBEX 35 ni en la prima de riesgo que sigue por debajo de los 70 puntos básicos.
Sin embargo, las medidas ya anunciadas y que pasarán por subidas de impuestos a personas, empresas, sector financiero e incremento de gasto público en un marco de elevado endeudamiento, son totalmente opuestas a las que la economía española necesita para combatir la incertidumbre y la desaceleración que se viene constatando en los últimos trimestres, según Alejandro Varela, gestor de Renta4Banco:
El gestor de Renta4Banco cree que incrementar el gasto público choca con la necesitad de combatir la desaceleración.
Varela recomienda abrir la cartera a una mayor diversificación internacional. Algo en lo que coincide Ramón Forcada, director de análisis de Bankinter, quien aconseja empresas españolas internacionales como Acciona, Ferrovial, Cellnex, Amadeus, Inditex o Grifols.
Para Forcada, regular más y subir impuestos no reactiva una economía:
¿Qué piensan las agencias de calificación?
S&P cree que el nuevo Ejecutivo podría no cumplir con los objetivos de déficit público marcados por Bruselas sobre todo por el déficit de la Seguridad Social.
La agencia de calificación avisa también de que una reversión de las reformas económicas podría "pesar" de forma negativa en las perspectivas económicas de España y en su solvencia. S&P considera que el nuevo gobierno no tendrá efecto inmediato sobre las calificaciones de crédito ya que el nuevo Ejecutivo aún no ha aclarado su enfoque económico y fiscal en los Presupuestos de 2020.
Por su parte Moody's señala que con el nuevo Gobierno hay posibilidades de que se pueda reducir el conflicto político en Cataluña, aunque no vislumbra una solución definitiva. También ve difícil que se pueda llegar a un consenso para reformar las pensiones y alerta del riesgo de derogar la reforma laboral.