La posibilidad de que el virus "wannacry", en una nueva versión, vuelva a invadir los ordenadores, servidores y terminales de medio mundo, es algo que aterra a muchas empresas. Las grandes compañías se preparan para afrontar los riesgos que supone un ciberataque. Algo difícil de perseguir, pero para lo que se puede estar preparado, como explica Carmen Segovia, responsable nacional de Ciber Riesgos de Aon Risk Solutions.



"Nadie está preparado para esto porque no estamos asegurados para esto". Para un incendio, las empresas tienen previstas ciertas contingencias y están asegurados, y sin embargo las propias compañías no tienen una partida presupuestaria para hacer frente a un "ransomware". Esto es algo que va a empezar a cambiar. En el sector del seguro, va evolucionando junto a los riesgos la propia seguridad. No se trata solo de asegurar lo robado o la inactividad laboral en el tiempo que todo está parado, sino de combatir de forma previa este tipo de irrupciones en los sistemas empresariales.

El cibercriminal es difícil de descifrar, por lo que es muy complicado ir contra esa persona o esa organización. Lo que sí es posible es asegurarse contra esos ataques, de forma que el daño que se recibe (que se puede cuantificar con cierta facilidad) pueda ser restituido.