Advierte la OCDE de los riesgos de este nuevo escenario, como el precio del petróleo o la volatilidad financiera. Pero sobre todo preocupan las tensiones comerciales, con la amenaza de una guerra comercial.
A la cabeza en la mejora de sus perspectivas está Estados Unidos. Consigue una previsión de su PIB del 2,9% en 2018 gracias a una expansión prolongada con tasas de crecimiento relativamente bajas.
Algo más ligera es la revisión de la eurozona que la OCDE ha fijado en el 2,2%. Por países, Alemania se ha quedado en un 2,1% para los dos próximos años y Francia en un 1,9%. Ambos por debajo de la media europea. Italia es el país que más preocupa con una previsión de crecimiento del 1,4% para 2018 y del 1,1% para 2019.
Entre las economías emergentes destaca Brasil que según la OCDE ha “superado la gran recesión” de 2015 y 2016. El informe augura un crecimiento interanual para el país de un 2% este año y un 2,8% para el próximo. Detrás de los futuros incrementos, apunta la OCDE, están las mejoras en la inversión y la recuperación del consumo privado.
España
La OCDE sube al 2,8% el crecimiento del PIB de este año, aumenta 5 décimas, y al 2,4% para el 2019, una subida de 3. Pero advierte: la marcha atrás en la reforma de las pensiones amenaza, a su juicio, su sostenibilidad a largo plazo. España se sitúa por delante de la media de la zona euro y toma la delantera a Alemania, Francia e Italia.
El club de los países desarrollados justifica esta revisión en la contención de las consecuencias económicas del desafío catalán. Recuerda, sin embargo, que la persistencia de la crisis podría afectar a la confianza. Lo que ha descartado la OCDE son los riesgos por la moción de censura que no han modificado los datos para España. Empujan la recuperación “robusta y equilibrada” el consumo privado, la inversión y las exportaciones. La OCDE prevé, también, una reducción de la tasa de paro hasta el 15,5 % en 2018 y al 13,8 % en 2019.