El éxito de Tom Brady y los Tampa Bay Buccaneers en la final de la Super Bowl no es casual. La victoria de este equipo en la final del campeonato de fútbol americano ha levantado los ánimos en Wall Street. Y es que existe una razón por la que Wall Street será alcista gracias la Super Bowl. ¿Por qué?
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El indicador Super Bowl, desarrollado por un periodista deportivo del New York Times, ha acertado en 40 de las últimas 54 ocasiones
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Pues el caso es que durante más de medio siglo, durante más de 50 años, el Indicador de la Super Bowl ha sido, podíamos decir, el Día de la Marmota del pronóstico deportivo.
Y es que si consideramos que un gran roedor como Phil, nos ha asegurado que este 2021 el invierno va a durar seis semana más, ¿por qué no podemos aceptar que el ganador de la final de la liga de fútbol estadounidense predecirá el rendimiento de la bolsa americana en lo que resta del año?
La respuesta está en lo que se conocer como el Indicador de la Super Bowl. Una estimación estadística que en 40 de los últimos 54 años, ha predicho si el comportamiento del Dow Jones de Wall Street será al alza o a la baja en lo que resta de ejercicio.
El funcionamiento es muy sencillo. Aunque antes hay que hacer un par de apuntes. La liga de fútbol americano está compuesta por dos conferencias: la Liga Nacional y la Liga Americana. Y si la primera derrota a la segunda, el mercado será alcista en lo que queda de año.
Con todo y con ello, y aunque este año no haya que preocuparse de este otro condicional, hay que apuntar que los clubes de la Liga Americana, como los Pittsburgh Steelers, uno de los clubes originales de la Nacional antes de que las dos ligas se fusionaran allá por 1970, se cuentan como un equipo de la primera.
Con estos datos sobre la mesa y acorde al indicador Super Bowl, el Dow Jones este año tendrá un comportamiento alcista después de que el equipo de la Conferencia Nacional haya ganado este domingo. Después de que los Tampa Bay Buccanners se hayan impuesto a los del Kansas City Chiefs.
¿Y si no es así?
Por el contrario, si la copa se hubiera ido para el equipo de la Conferencia Americana, esto habría significado que el índice bursátil de la Bolsa de Nueva York, terminaría a la baja.
La teoría de Koppett
La teoría, identificada por primera vez en 1978 por el ya fallecido reportero deportivo del New York Times, Leonard Koppett, puso sobre la mesa esta correlación entre el ganador de la SuperBowl y el rendimiento del mercado de valores. Dos realidades aparentemente independientes, pero fuertemente ligadas entre sí.
Apuntar que en sus últimos años de vida, en 2001, Koppett reconoció que no existía una relación empírica de causalidad entre ambas realidades aunque eso no quita para que el porcentaje de acierto haya sido en la última mitad de siglo del 74%.
De hecho, en 2003, la única vez en la que los Tampa Bay Buccanners han ganado la final de la liga nacional, el Dow Jones cumplió con as expectativas, cerro el año en positivos y, es más, con ganancias superiores al 25% a cierre del ejercicio.
Sin embargo, Koppett tuvo seguidores de su teoría. Entre ellos destaca la figura del analista de Wall Street, Robert Stovall quien desde 2003 ha sido el guardián del Indicador de la SuperBowl.
Posteriormente, el hijo de Stovall recogió el testigo de su padre y aunque acceda a confirmar que los datos y aciertos están ahí, en múltiples ocasiones ha afirmado que no cree que nadie, en su sano juicio, haya utilizado alguna vez este indicador para invertir.
Por otro lado, John Sheppard y Thomas Krueger, dos profesores de la Universidad de Wisconsin, fueron quienes detectaron que antes de que se jugara el partido, el volumen de negociación de la Bolsa de Nueva York crecía por encima de la media, esperando que la historia se repitiera.
Regla de los Redskins
Y es que pese a que estas teorías sean meras convicciones fruto de la causalidad, según matemáticos y economistas, la realidad es que en Estados Unidos esto de fiar a un resultado deportivo el futuro político o económico del país no es un asunto menor.
En el plano político, sin ir más lejos, está presente la regla de los Redskins. La teoría dice que si el equipo de fútbol de Washington gana su último partido en casa, el titular, es decir, el inquilino de la Casa Blanca en ese momento, se quedaría en la presidencia por su segundo mandato.
Desde 1940 hasta los 2000, durante más de 60 años, los resultados abalaron esta especulación. Sin embargo, a partir de 2004 la teoría se reformuló y ahora apunta a que si el club local el aspirante a presidente será quien se imponga en los comicios. Así ha pasado en las últimas tres legislaturas con Obama, Trump y el actual inquilino, Joe Biden.