Estos procesos se llevan a cabo de manera simultánea: el capital social se reduce a cero y luego se procede al aumento del capital. La reducción de capital, se realiza disminuyendo el nominal de las acciones y reduciendo el número de acciones total. Eso sí, se debe respetar la proporción de participación que cada socio tenía antes de la reducción.
Si no fijamos en el caso de Abengoa, la operación es más técnica ya que no hay pérdidas en el balance, como apunta Nicolás López, de MG Valores
Con las nuevas aportaciones de capital, se evita que los nuevos inversores vean perjudicados sus intereses por las pérdidas acumuladas de ejercicios anteriores.