Abengoa está más cerca de salvarse de la quiebra. El presidente de la compañía, Antonio Fornieles, confirmó durante una junta general de accionistas en Sevilla que la empresa energética ha alcanzado un "principio de acuerdo definitivo" con los bancos y bonistas para reestructurar su deuda.
El nuevo plan de viabilidad cifra las necesidades de caja de Abengoa en 1.200 millones de euros, frente a los 1.500-1.800 millones del plan inicial. Fornieles no ha aportado más cifras. La compañía energética concede este anuncio en el marco de un complejo proceso de reestructuración para ahuyentar el fantasma de la bancarrota que, de producirse, sería la mayor de la historia empresarial española.
La inyección de dinero se acerca a los 500 millones de euros, a los que hay que sumar 515 millones de euros de los créditos ya inyectados. Todo ello a falta de cerrar quiénes pondrán los avales que son aproximadamente otros 250 millones de euros.
El acuerdo permitirá a Abengoa esquivar definitivamente la amenaza del concurso de acreedores después de la prórroga de 7 meses en abril concedida por el Juzgado de lo Mercantil número 2 de Sevilla.
Según Fornieles, el objetivo es "iniciar una nueva etapa de Abengoa con una posición financiera estable que permita ejecutar el plan de viabilidad". Un plan de negocio que según lo acordado con los inversores y acreedores, está enfocado a su negocio tradicional de ingeniería y construcción, en el que la compañía acumula más de 75 años de experiencia.
La junta también votó por el cese de Javier Benjumea como consejero de la compañía y los accionistas dieron el visto bueno al examen y aprobación de las cuentas del ejercicio 2015 junto con la fijación del número de consejeros en 11, que se queda en 10 tras la salida de Benjumea. Por último, dos reelecciones, la de Ricardo Martínez Rico y Alicia Velarde como miembros del órgano rector.