Tras revisar su cartera de créditos y la operativa de la ampliación de capital el Banco Popular ajusta sus cuentas de 2016, “como parte de los análisis que el departamento de Auditoría Interna está llevando a cabo”, según comunica a la CNMV. La entidad explica que este proceso no tendrá un impacto significativo en los resultados anuales y lo confirma el auditor PriceWaterhouseCoopers.
Sin embargo, “a efectos del cumplimiento de los requerimientos de capital regulatorio”, este ajuste si impactará en su ratio de capital total. Popular espera que la ratio de capital se sitúe a cierre de marzo entre el 11,70% y el 11,85%. Esta cifra es inferior al 13,14% de diciembre, pero superior al nivel exigido por el BCE.
Entre los cambios, destaca la insuficiencia en determinadas provisiones para cubrir riesgos por importe de 123 millones de euros. Por otro lado, el Popular corrige una “posible insuficiencia de provisiones asociadas a créditos dudosos” con una garantía estimada en un nivel de confianza del 95%, que ascendería a unos 160 millones.
La entidad que preside Emilio Saracho adelanta otro impacto “aún no cuantificado”, ante la posibilidad de tener que dar de baja alguna de las garantías de créditos dudosos, “siendo el saldo vivo neto de provisiones de las operaciones en las que se estima que pudiera darse esa situación de, aproximadamente, 145 millones de euros”.
Por último, el Popular explica un ajuste sobre determinadas financiaciones a clientes que pudieran haberse utilizado para la adquisición de acciones en la ampliación de capital de mayo de 2016. Su importe, “si se verificara”, debería ser deducido de acuerdo con la normativa vigente del capital regulatorio del banco. El importe de estas financiaciones es de 205 millones de euros, “siendo el importe total del objeto de este análisis de 426 millones de euros”.