La agencia de calificación crediticia Moody's confirmó el lunes el rating de Repsol 'Baa2' con perspectiva negativa tras los recortes de gasto llevados a cabo por el grupo para combatir las caídas del precio del crudo y la flexibilidad que tiene para vender activos.
En una nota, Moody's explica que cree que el ratio deuda neta/Ebitda de Repsol marcará un máximo de 3,6 veces en 2016 en un contexto de bajos precios del gas natural y del petróleo.
"Repsol continúa siendo un importante beneficiario de dos fuentes diferenciadas: el importante peso de los ingresos del downstream, el flujo de caja de su perfil operativo total y el 30 por ciento de Gas Natural", apunta la agencia y añade "Es un activo líquido con una capitalización de unos 17.000 millones con un dividendo estable. Los gestores de Repsol han dicho que esta participación es opcional y la confirmación del rating refleja esta flexibilidad".
También el programa de venta de activos, que espera alcanzar los 3.100 millones entre 2016 y 2017 (del que Repsol ya ha ejecutado 1.000 millones) es otra muestra de flexibilidad para la agencia.
"Creemos que hay partes del portfolio de la empresa de activos atractivos no ligados al precio del petróleo que pueden venderse sin afectar a su negocio principal", explicó.
Moody's destacó el recorte de dividendo para evitar más salida de caja y dijo que la perspectiva negativa refleja las incertidumbres sobre el plan de reducción de costes, las posibles ventas de activos y otras transacciones que incrementen la flexibilidad de la petrolera.