Los indicadores en Asia amanecen en positivo, especialmente el Nikkei en Tokio, que se anota cerca de punto y medio porcentual, en una jornada por la publicación de los datos de PMI. En China, el dato de PMI manufacturero marca 51,6 puntos, y el no manufacturero 54,2; ambos datos en línea con las previsiones. Además, continúan con fuerza por encima de los cincuenta puntos que marcan la expansión, y especialmente la subida en el sector manufacturero refleja que, pese al cambio en el modelo productivo que atraviesa el país, para quien el consumo es ahora la base más importante, no han descuidado la fabricación. Tanto es así, que el dato privado del sector, más allá de las cifras oficiales, asegura que las manufacturas crecen una décima más rápido de lo que marca el gobierno. En Japón, el dato de PMI en el sector manufacturero marca los 53,3 puntos (siempre hablando de cifras correspondientes a febrero), y tranquiliza al ejecutivo de cara a una nueva caída en las exportaciones.
Todavía en Japón, esta mañana se ha producido un abanico de declaraciones desde el ejecutivo y el banco central. Mientras China busca una política de mutuos beneficios con Estados Unidos, el primer ministro nipón, Shinzo Abe, asegura que la senda a la que debería volver Donald Trump es la del libre comercio, aunque sea mediante tratados puntuales. Más severo que Abe se ha mostrado uno de sus consejeros en el gobierno, Yasutoshi Nishimura. El señor Nishimura mira las cifras de caída en las exportaciones de vehículos a Estados Unidos y oye hablar de impuestos a los extranjeros, y asegura que en ese caso Japón responderá con la misma moneda, y que no será el único país que lo haga. De confirmarse estas medidas económicas, el gobierno nipón podría lanzar unas contramedidas que incluirían tasas especiales para los extranjeros que fabriquen componentes en su país.
Respecto a las políticas de los bancos centrales, desde el BoJ (Banco de Japón) Takehiro Sato, el miembro discordante de la junta de gobierno, insiste en que hay que normalizar cuanto antes la política monetaria. Coincide con el ejecutivo de Shinzo Abe en que es necesaria una política fiscal flexible, pero asegura que los estímulos monetarios han llegado a un tope, y que es necesario plegar velas para volver a abrirlas en el futuro.
Y en lo empresarial, un apunte futbolero: el Milán, uno de los históricos del fútbol mundial, ha sido traspasado por el exprimer ministro Silvio Berlusconi. Un grupo de inversores chinos le compra el 99.9% del club a cambio de cerca de 900 millones de dólares. Consorcio que incluye a Haixa Capital y a Yonghong Li, uno de los mayores inversores chinos en Europa. Y ya hablan de fichajes. Aseguran que van a comprar a Alexis Sánchez, delantero del Arsenal, y Álvaro Morata, delantero del Real Madrid.