En su discurso para exponer las prioridades que se ha fijado su Gobierno para la negociación del Brexit con la UE, May ha asegurado que quiere que "Reino Unido emerja de este periodo de cambio más fuerte, más justo, más unido y mirando hacia delante más que nunca".
El que los británicos optaran por abandonar la UE no quiere decir, ha asegurado la primera ministra, que "queramos alejarnos de nuestros vecinos y amigos" ni tampoco es "un intento de dañar a la UE" o un rechazo de los valores compartidos.
El director de Global MBA y especialista en finanzas del IEB, Aurelio García del Barrio, explica que Reino Unido ha escenificado con estos mensajes un brexit duro o hard brexit, una "ruptura total" y ahora deberá hacer frente principalmente al control de la inmigración europea y a la pérdida de acceso al mercado único, una vez que se materialice la salida del espacio comunitario.