Índices con tono mixto en una mañana con especial protagonismo en Japón, donde hemos conocido una inesperada caída en la producción industrial en enero. Caída del 0,8% motivada especialmente por un freno a las exportaciones de sus coches en Estados Unidos. Y todavía en Japón, protagonista de nuevo Haruhiko Kuroda, gobernador del banco central. Considera que el objetivo de inflación del 2% para finales de 2018 es algo viable, y que se notará a lo largo de este año porque están empezando a mejorar las condiciones de consumo. Cita en concreto la construcción de viviendas nuevas, que ha crecido en enero un 12% en enero, muy por encima de las previsiones, y que confía en que ese stock responda a una nueva necesidad de consumo.
En Estados Unidos continúa hoy de visita el consejero de estado chino Yang Jiechi. Anoche estuvo reunido con Donald Trump y con el secretario de estado estadounidense, Rex Tillerson, donde intercambiaron puntos de vista sobre todo acerca de la política nuclear de Corea del Norte. China quiere que se abra un diálogo plurinacional para tratar esta cuestión, y desde Estados Unidos confían en que China ataje el problema de forma individual. A pesar de los desaires de Donald Trump a las políticas chinas, ambos países estarían programando un encuentro al más alto nivel, donde acudiría el presidente chino, Xi Jinping.
Por cierto que en China ha dado hoy nuevas muestras de aperturismo del mercado. El regulador permitirá desde hoy a los inversores institucionales cubrir con derivados, opciones y futuros sus posiciones en el mercado, no la inversión en acciones tradicionales, pero si sus posiciones en bonos denominadas en yuans (reminbis). Dentro de los inversores institucionales, en todo caso, quedan vetados los bancos centrales.
En clave empresarial, la pretrolera estatal saudí, Aramco, podría haber decidido salir a bolsa en Hong Kong. Una compañía valorada en 100.000 millones de dólares y que acaba de invertir 7.000 millones en la refinería Rapid de Petronas.
En lo político, el escándalo de sobornos en Corea del Sur ha dado con otros cuatro ya exdirectivos de Samsung en la cárcel, que se suman al vicepresidente ejecutivo, también en prisión a la espera de que se produzca el juicio por presuntos sobornos al gobierno para obtener permisos especiales en la fusión de dos de sus filiales.