"Estamos dispuestos a eliminar el dividendo [en Naturgy] si es necesario". La frase es de Jaime Siles, representante del fondo australiano IFM que el pasado mes de enero lanzó una oferta por el 22,68% del capital de Naturgy. En plena cuenta atrás para que finalice el plazo para que los accionistas acepten la OPA, IFM habla con Capital Radio para explicar las bondades de su propuesta: el precio, la inversión a largo plazo, y la apuesta por reforzar la estrategia para invertir en activos limpios. Y por si alguien desconfía de las intenciones del fondo de infraestructuras en el sector energético español, Siles insiste en que no pretenden entrar en el capital de Naturgy para llevarse su caja vía retribución al accionista. Todo lo contrario.
Laura Blanco ha hablado con Jaime Siles, vicepresidente de IFM en España, sobre los planes del fondo con Naturgy
Naturgy le para los pies a IFM
Tras las declaraciones de IFM respecto al dividendo, Naturgy ha remitido un comunicado a la CNMV en el que recuerda que "el Consejo de Administración de Naturgy aprobó, por unanimidad, un Plan Estratégico donde se incluye un política de dividendos compatible con la ambición de inversión y crecimiento".
¿Tendrá éxito la OPA?
En el mercado se da por hecho que IFM no alcanzará el 22% del capital de Naturgy y aunque la OPA está condicionada a la aceptación del 17% del capital, no se descarta que el fondo australiano siga interesado en entrar en la empresa energética con un porcentaje inferior.
IFM asegura que son buenas las "sensaciones" sobre cómo evoluciona la oferta, cuyo plazo de aceptación finaliza el 8 de octubre. El fondo considera que un "sí quiero" es la mejor opción para los accionistas minoritarios ya que tras la OPA se va a reducir el free float en el mercado; además, citan diversos análisis que apuntan a que el precio de la acción bajará una vez que deje de estar sostenido porque precisamente hay una OPA en curso.
Incertidumbre regulatoria
IFM no muestra preocupación ante los cambios regulatorios anunciados por el Gobierno de España ante la subida del precio de la factura eléctrica, y que se van a traducir en una merma de los beneficios de las compañías del sector energético. El fondo responde que aunque "la volatilidad regulatoria no es buena", su aspiración y su mandato es "invertir a 100 años vista".