Nunca una mina de uranio inoperativa fue tan rentable en Bolsa. Desde que empezó 2020 y Berkeley Energía comenzó a dar expectativas sobre su planta en Salamanca, las acciones de la compañía han subido un 230%. Solo este viernes, el día de la decisión del Consejo de Seguridad Nuclear sobre la autorización de esa mina, Berkeley ha negociado casi 10 veces más efectivo que la media diaria de la última semana.
Te lo contamos en este podcast de Expediente Abierto.
Esa mina de uranio está funcionando más bien como una 'mina de oro bursátil' para la compañía. Todo gira en torno a este proyecto. En los propios resultados de la empresa no se habla de ninguna otra operación o actividad. Solo de la mina de Salamanca.
Por eso, ante tanta expectación por algo que todavía ni siquiera está operativo, en Expediente Abierto hemos querido saber qué hay más allá de la mina de uranio dentro de Berkeley. ¿Qué más tiene la empresa? ¿Gana dinero? ¿De dónde vienen sus ingresos?
Más de una década para operar la mina
La historia de Berkeley y esa mina data de hace casi 15 años. Ese es el tiempo que lleva trabajando para poner a punto el proyecto. No fue hasta 2018 cuando la empresa, que ya estaba en la Bolsa de Londres y la de Sídney, empezó a cotizar en España. Desde entonces sus movimientos en Bolsa se pueden explicar casi exclusivamente por novedades sobre esta mina.
Berkeley se centra tanto en este proyecto, que es de lo único que habla en sus resultados. Comenta cómo están los precios del uranio, informa de cómo van las autorizaciones de esta mina, pero no cita ningún otro proyecto.
En su informe anual de 2020 la empresa confirma que su actividad es de “exploración y desarrollo minero”. Cifra sus activos netos en 36 millones de dólares y desvela cómo ingresa dinero: solo con inversiones.
En el ejercicio fiscal 2020 los ingresos de Berkeley fueron de 1,48 millones de dólares. La compañía explica que se trata de ingresos por intereses. Es decir, por cuentas o inversiones financieras y no por la actividad ordinaria de la empresa. Además, de ese informe anual se desprende que en 2020 Berkeley perdió dinero. Concretamente, 42 millones de dólares.
Así, las acciones de Berkeley Energía se mueven casi exclusivamente por las expectativas generadas por su mina de uranio. Una mina que será la más grande de Europa a cielo abierto y que podría suministrar más de cuatro millones de libras de uranio al año, el 10% de todo el consumo del viejo continente.