A las referencias francesas, se suman los positivos datos económicos y la posibilidad de que el Banco Central Europeo empiece a pensar en el fin del QE; además del resultado de las elecciones en Holanda, donde el primer ministro Mark Rutte revalidó su posición frente al populista y euroescéptico Green Wilders, rebajando los temores a un auge de la extrema derecha en el corazón de Europa.
El auge de la divisa europea castiga a un dólar que también se ve afectado en su cruce con la libra esterlina. La moneda británica alcanza 1,2462 dólares después de que la inflación británica haya superado el 2% por primera vez desde septiembre de 2013. El IPC de Reino Unido bate las previsiones del consenso del mercado y supera las previsiones del Banco de Inglaterra tras alcanzar el 2,3%. El gobernador del BoE, Mark Carney, trata de calmar las alzas del mercado: "No deberíamos sobre reaccionar a un dato puntual de inflación", pero los inversores tienen también otros elementos en cuenta, como el anuncio de Theresa May de activar el artículo 50 del Tratado de Lisboa el 29 de marzo.