Para los expertos “la cifra es muy baja, no es un industria madura, pero supone un potencial para la industria de los fondos de inversión. Las entidades cuentan con un pasivo no rentable y para sacar provecho, tanto para el banco como para los ahorradores, recurren a la venta de fondos de inversión”, explican los expertos.
Para aquellos que cuentan con un fondo de inversión, a la hora de diversificar carteras, sólo el 21% declara invertir en un sólo fondo, frente al 25% que diversifica su cartera entre varios fondos.
El IEB observa que la senda de la diversificación, es decir, realizar inversiones en una variedad de clases de activos, se asienta en la práctica del ahorrador cuando la inversión tiene como subyacente activos en Estados Unidos (75%) o en los mercados internacionales (73%), mientras que la inversión en un sólo fondo se puede asociar más con la inversión en el mercado español.
Javier Dorado, director general de JP Morgan Asset Management, explica que hay que diversificar carteras si queremos obtener rentabilidad
“Aunque es imposible garantizar que no se vaya a sufrir pérdidas, tener una gama de activos en cartera puede repartir el riesgo de caídas individuales. Lograr una diversificación efectiva por clases de activos, regiones y divisas es una tarea ardua”, explica Ignacio Rodríguez, director general de M&> Investments.
Para el IEB, la ventaja de los fondos más reconocida es la diversificación de activos, para el 60% que invierten en mercados internacionales sobre todo americanos, donde el porcentaje supera el 70%, respecto a los que invierten en España, donde no se llega al 50%.
También apuntan a esta ventaja dos terceras partes de los que diversifican su inversión entre varios fondos, reduciéndose el porcentaje a la mitad entre los que invierten en un único fondo.
Otro atractivo de los fondos de inversión son las ventajas fiscales y la profesionalización en la gestión. Resulta relevante que cuatro de cada diez de los encuestados desconoce tales ventajas.
Otro aspecto a potenciar es la figura del asesor. Siete de cada diez reconoce que no necesita la ayuda de un experto que le guíe o ayude en sus inversiones.