Y es que si algo caracteriza el Año Nuevo es que se trata de una época en la que las personas recargan las pilas y la motivación para afrontar nuevos retos. También el trader aprovecha el cambio de año para marcarse nuevos propósitos.
"Año Nuevo es como un golpe psicológico", asegura Germán Antelo. Y en esta época, lo habitual es ponerse objetivos, pero muchas veces pueden ser demasiado ambiciosos y eso genera ansiedad. "Se cae la persona, baja la autoestima y la confianza y se posponen los objetivos para el año que viene", añade. Lo importante: no tener una barbaridad de objetivos, con uno o dos es suficiente.