Entre los motivos está la divergencia entre las políticas a futuro entre el BCE y la FED, laxas para el europeo, tendentes a la ortodoxia más pronto que tarde en la estadounidense. También influye el estancamiento de la economía de la zona euro frente al crecimiento americano.
Uno de los problemas lo hemos conocido hoy: el crédito sigue menguando en la zona euro. Cae un 1,5%, una décima mejor que en julio.
Para José Gonzales, de ECG Asset Management en Nueva York, la economía europea espera la entrada de la ayuda de Draghi, algo parecido a lo que se hizo en Estados Unidos. A punto de terminar el Quantitative Easing, en Estados Unidos lo siguiente que va a llegar es la normalización de los tipos de interés.