El gobierno argentino ha sorprendido este domingo y ha recurrido al control cambiario para frenar la crisis. Ha impuesto una serie de restricciones para intentar frenar la escalada del precio del dólar y la fuga de divisas después de tres semanas de fuertes turbulencias financieras. Las medidas tendrán efecto desde este lunes 2 de septiembre.
En principio nadie tendrá limitación para retirar dólares de sus cuentas bancarias, ni las personas físicas ni las jurídicas, y no hay ningún impedimento para el comercio exterior ni restricciones para los viajeros. Pero a la hora de comprar divisas, la cantidad máxima mensual para las personas físicas será de 10.000 dólares y se necesitará autorización previa para las compras que se superen esa cifra. En el caso de las transferencias de fondos de cuentas al exterior, el máximo será de 10.000 dólares por persona y mes.
También requiere que las empresas vendan sus dólares de las exportaciones en el mercado local. No se les permitirá almacenar dólares, dijo el banco central.
La medida es un paso más por parte del banco central después de que el viernes anunciara que los bancos tendrían que solicitar autorización previa antes de distribuir sus ganancias, con el fin de "evitar cualquier falta de dinero" y salvaguardar la liquidez del sistema financiero del país.
En el mercado español, estas últimas medidas están teniendo un impacto mínimo debido a que las empresas ya han reducido progresivamente su peso en aquel país, como señala Nicolás Fernández, director de análisis de Banco Sabadell:
El gobierno argentino y el banco central están tratando desesperadamente de estabilizar la economía después de que los resultados de las elecciones primarias del 11 de agosto enviaran a los bonos, las acciones y el peso a una caída en picado. La semana pasada, la prima de riesgo niveles que no se veían desde 2005 y el peso, extendió su caída en lo que va del año hasta el 36%.
El Fondo Monetario Internacional ha señalado, en un comunicado, que analiza "al detalle" las medidas anunciadas. También ha reiterado que seguirá en contacto con las autoridades argentinas.
El miércoles pasado el nuevo ministro de Hacienda, Hernán Lacunza, ya anunció una serie de medidas para extender el pago de la deuda con acreedores privados y con el Fondo Monetario Internacional con el objetivo de preservar las reservas. Un movimiento que llevó a la agencia de calificación S&P ha hablar de "default selectivo".