Lo cierto es que los tipos bajos de interés condicionan el sector. El mercado español en particular cuenta con una cartera de crédito de interés variable con un peso muy superior a los que tienen otros sistemas financieros en Europa.
La cartera a tipos de interés variable, "cambia de precio mucho más rápido con la caída de los tipos de interés y supone una presión adicional en los márgenes", explica José Sevilla, CEO de Bankia.
La evolución del saldo crediticio en España, también es diferente a la que existe en países como Francia y Alemania. Cae el crédito concedido y sobre todo el que se destina a las empresas. Desde el año 2014, permanece estancado.
La otra gran cartera que existe en el sistema bancario, es la destinada al crédito hipotecario, el cual "sigue bajando porque todavía las nuevas originaciones no empatan con las cancelaciones o vencimientos de la cartera", explica Sevilla. Es decir, se firman menos préstamos hipotecarios que cancelaciones de crédito.