Las síntomas de desaceleración de la economía mundial son ya un hecho, los más pesimistas empiezan a hablar de "recesión". En el lado contrario, solo ven un leve frenazo en el crecimiento de las principales economías del mundo.
En este bando se encuentra el Fondo Monetario Internacional, donde el organismo presidido por Christine Lagarde rebaja este martes su previsión de crecimiento global al 3,3% en este año. Tres décimas menos que en 2018 y dos décimas menos de lo previsto en el mes de enero.
Algunas de las economías que más se ralentizan son la europea, la estadounidense y la de Reino Unido. Europa se desacelera 5 décimas en comparación con el año anterior, la economía estadounidense otras 7 décimas, pasando de 2,9% de crecimiento en 2018 a 2,3% este año, mientras que Reino Unido solo crecerá un 1,2% en 2019, 2 décimas menos que el año anterior.
Precisamente es Londres quien acapara todos los titulares por culpa de las desaveniencias con el brexit. "No habrá barrera de cristal con Irlanda", señala Erin O'Leary, responsable de comunicación de comunicación de DeGiro en UK and IE.
El otro foco de atención se centra en Alemania, "el PMI se ha reducido y es preocupante. Quizá es pronto para hablar de recesión, puede que esta desaceleración sea temporal", apunta Manuel Suckhart, business development DeGiro Alemania-Austria.
Precisamente, esa desaceleración en la economía centroeuropea por "su exposición a las exportaciones y China". "El CAC40 ha tenido mejor resultados, porque está menos expuesta al conflicto entre EEUU y China y porque Alemania está más expuesto al mercado internacional", destaca Julien Vallet. Head of French market DeGiro.
En el caso de Alemania, la preocupación sigue siendo la inestabilidad política que pueda repercutir en su economía. "Una bajada en la calificación de Italia tendría un fuerte impacto negativo en sus bonos, es el principal factor que debe monitorearse en el futuro", relata Alfredo de Cristófaro, DeGiro Italia