El presidente de China, Xi Jinping, llega a Madrid en una visita de Estado de tres días con el objetivo de promover la participación de empresas españolas en la Nueva Ruta de la Seda y fortalecer la alianza con la Unión Europea en asuntos internacionales. Es la primera visita de máximo nivel de un presidente chino en 13 años, después de que la hizo Hu Jintao en 2005, y será la parada previa a su viaje a Argentina para la cumbre del G20 donde se verá cara a cara con Donald Trump.



45 años de relación avalan la buena sintonía entre España y China, sobre todo en lo político y menos en lo económico. Una relación que ha funcionado independientemente de quien gobernara, porque hablamos de una política de Estado y porque los mandatarios españoles no se han metido en asuntos internos del país asiático.

"España es el sexto socio comercial y fuente de inversión de China en la UE y China es el mayor socio comercial de España fuera de la Unión. Disfrutamos de una cooperación muy fructífera en áreas como las finanzas, la energía, las telecomunicaciones, el transporte, la alta y nueva tecnología, y también la cultura y el turismo", aseguraba Wang Chao, viceministro de Relaciones Exteriores de China, antes del viaje de su presidente a la capital.

España ha priorizado el vínculo económico, a pesar de lo cual China recibe solo el 2,27% de las exportaciones de España y el país constituye el séptimo destino para la inversión china en la UE. Según el Informe 2018 del Instituto Elcano sobre las relaciones entre ambos países, el menor tamaño y perfil tecnológico de las empresas españolas, su escasa experiencia en internacionalización, su preferencia por dirigirse a mercados más próximos han favorecido que otros Estados europeos hayan estrechado más sus vínculos con Pekín. También han pesado las restricciones a la inversión en algunos de los sectores y el desconocimiento general sobre China en España.

China, por su parte, ha favorecido más una relación política con España que le permita acceder a sus espacios de influencia internacional tradicionales, es decir, Europa y Latinoamérica. Por ello, aunque no ha apostando tanto por una relación comercial, sí ha jugado un papel significativo en aspectos económicos, sobre todo con el flujo de financiación durante los momentos más críticos de la crisis de la Eurozona.

Además, Pekín ha encontrado dentro de la UE otros países, como Grecia y Hungría, que son más afines a sus posiciones internacionales, por ejemplo, en lo relativo al Mar del Sur de China o la situación de derechos humanos en el gigante asiático.

En cualquier caso se trata de una relación asimétrica y a favor de China, según Mario Esteban, investigador principal para Asia-Pacífico del Real Instituto Elcano y responsable del informe. El experto considera que este desequilibrio podría compensarse parcialmente si España reforzara su papel dentro del bloque comunitario como palanca para promover las relaciones con China.

El papel de España en la iniciativa One Belt, One Road


La Nueva Ruta de la Seda podría ser el aliado que España necesita para dar un nuevo impulso a las relaciones con Pekín. La línea de ferrocarril Madrid-Yiwu es la más larga del mundo con más de 13.000 km y es uno de los principales exponentes del ambicioso plan de infraestructuras de Xi Jinping. Además, España es miembro fundador del nuevo Banco Asiático de Inversiones en Infraestructuras.

Los puertos españoles también toman posiciones, ya que la ruta de la seda incluye una vía marítima a través del Mediterráneo. Las cifras de Fomento arrojan 18,7 millones de toneladas con origen o destino China a través de los puertos españoles en 2017.

Así que hay oportunidades, pero también incertidumbres. Es necesario diseñar una estrategia que consiga una participación efectiva de las empresas españolas al tiempo que se incrementan las exportaciones que permitan reducir el crónico déficit comercial. Según las cifras del ICEX, en 2017 el déficit entre ambos países ascendió a 19.400 millones de euros.

En lo relativo a los flujos de inversión bilateral, según los datos del Registro de Inversiones Exteriores del Ministerio de Industria, Comercio y Turismo, en 2017 la inversión bruta española en China ascendió a 98,9 millones de euros, lejos de los 157,5 millones en 2016, y los 252 en 2015. China ocupa el puesto 24 en el ránking de países como destino de la inversión española, con un 0,68% del total.

En cuanto a la inversión china en España, en 2017 la inversión bruta de China en España totalizó 91 millones de euros frente a los 1.119 millones de 2016 y los 1.483 millones de 2015. China, con un stock de inversiones de 10.587 millones de euros en 2016, ocupa el puesto 11 del ránking de países con inversión en España, con un 2,79% del total.

Los encuentros de Xi Jinping en Madrid


La primera parada será esta tarde, a las 19:30 horas, en el Palacio de la Zarzuela con el Rey Felipe VI.

La bienvenida de hoy incluye un concierto en el Auditorio Nacional, con un repertorio lírico basado en la Ruta de la Seda.

El recibimiento oficial tendrá lugar mañana, miércoles, en el Palacio Real y, posteriormente, se reunirá con el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, en el Palacio de la Moncloa para firmar varios acuerdos.

El presidente chino también visitará el Senado, el Ayuntamiento de Madrid y cerrará su programa con una cena de gala en el Palacio Real ofrecida con los Reyes. Además, está previsto un foro empresarial con directivos de las principales compañías españolas y chinas para favorecer las inversiones en ambos países.