Menos linda de lo que lo era hace años, la economía brasileña se contrae un 1,9% en el segundo trimestre del año y entra en recesión. Esta cifras llegan en un mal momento para la presidenta del país, Dilma Rousseff, cuya popularidad ha bajado ante los escándalos de corrupción y las rebajas de calificación de la deuda soberana por parte de las agencias de rating.

Los datos sobre el PIB de Brasil publicados este viernes muestran una caída del 8,1% en la inversión (lleva ocho trimestres consecutivos deteriorándose) y una bajada del 2,1% en el gasto de los consumidores (el mayor descenso desde 2001) mientras el desempleo se sitúa en niveles máximos de los últimos cinco años.

En el primer trimestre del año la contracción de la economía brasileña fue del 0,7%, frente al -0,2% anunciado en principio, lo que podría llevar a diferentes organismos a empeorar las previsiones para el país. La mayor parte de los economistas esperan que este año 2015 el PIB de Brasil baje más de un 2%, lo que se traduce en el peor comportamiento desde 1990.

 

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