Hablamos de jubilación. Pero desde el punto de vista de alguien que no quiere jubilarse y lucha ante los tribunales por seguir trabajando.
El recurrente trabajaba como profesor en Bremen (Alemania) y al acercarse su edad de jubilación ordinaria, solicitó poder seguir trabajando. Se le prolongó una vez su contrato hasta finalizar el curso 2014/2015, pero la segunda se le denegó y por tanto no pudo seguir hasta el curso siguiente.
El creía que nunca se le debió limitar la extensión del contrato porque es contraria al Derecho de la Unión y reclamó. Es más, piensa que se le ha discriminado por razones de edad.
El Tribunal de Justicia de la Unión Europea dice que, si bien no se puede discriminar a nadie por razones de edad, el empresario puede negarse a seguir contratándole si existe una norma en el país, como existe en Alemania que lo permite.
Para que se prolongue el contrato una vez que se pudiera haber producido la jubilación ordinaria es necesario que estén de acuerdo las dos partes de la relación laboral.
El caso es muy interesante porque pone sobre la mesa la potencial situación de precariedad de estos trabajadores más allá de su edad de jubilación ordinaria con sucesivos contratos de duración determinada.
Nuevo escenario, nuevos problemas que atender como es la discriminación por razón de edad y la precariedad del trabajo de los no jubilados.