Seguramente hablamos de libertad de empresa en materia farmacéutica cuando se examina el sistema de precios que hay en el mercado español porque se da la circunstancia de que convive el precio, por ejemplo, de un medicamento intervenido con el que pone el propio laboratorio por su cuenta.
En este escenario la CNMC acaba de comunicar la apertura de un expediente sancionador por sus dobles precios contra seis empresas del sector por sus conductas que presuntamente podrían calificarse como “anticompetitivas”. Los afectados son Sanofi, Pfizer, Novartis, Janssen, Lilly, y MSD.
Llueve sobre mojado, hace una semana se anunció el inicio de un estudio sobre la comercialización de medicamentos y la distribución mayorista y la propia CNMC ya cerró otro expediente que había abierto a Pfizer por dobles precios según las especialidades fueran dispensadas en el mercado nacional o destinadas al comercio intracomunitario.
En realidad, lo que estudia la CNMC es el complicado juego entre el interés general y la salud por un lado y la eficiencia del mercado por otro. Encontrar el equilibrio no es fácil. Ya sabemos que el mercado sufre cuando aparecen los recursos públicos, hay un procedimiento de compras públicas, muchos requisitos para salir al mercado… todo ello con la marea de la inversión en innovación de fondo, y la pugna por el mercado de los genéricos
Al final, lo cierto es que en España se da la circunstancia de que determinados productos tienen un precio regulado que suele ser inferior al que este medicamento se vende cuando no está sujeto a regulación.
En resumen, el mercado de la sanidad a examen. ¿Estará también intervenida nuestra salud?
Por: Arcadio García Montoro