El almacenamiento de energía se ha convertido en uno de los grandes retos del sector eléctrico español, especialmente para aprovechar al máximo la producción renovable y evitar el denominado "curtailment" o vertido, que supone el freno temporal a la generación renovable cuando la red no puede absorber toda la energía producida.

Para abordar este desafío, la Asociación Empresarial Eólica (AEE) ha presentado un documento elaborado por CIRCE en colaboración con AEPIBAL ( Asociación Empresarial de Pilas, Baterías y Almacenamiento Energético) que identifica las zonas óptimas para instalar sistemas de almacenamiento de energía de baterías en España.

Juan Virgilio Márquez, director general de la Asociación Empresarial Eólica, y Juan de Dios López, director técnico de la AEE, analizan el documento y señalan que las baterías son clave pero "no en cualquier sitio ni con cualquier dimensión".

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Análisis del primer mapa de zonificación del almacenamiento de energía en baterías en España

Juan Virgilio Márquez, director general de la Asociación Empresarial Eólica y Juan de Dios López, director técnico de la AEE explican la importancia del almacenamiento mediante baterías aunque matizan que no deben instalarse en cualquier sitio ni con cualquier dimensión.

España ya cuenta con sistemas tradicionales de almacenamiento como los bombeos hidráulicos, donde se bombea agua de un embalse inferior a uno superior para luego generar electricidad cuando sea necesario. Sin embargo, el nuevo vector son las baterías o almacenamiento electroquímico, que está entrando con fuerza en el mercado.

Juan de Dios López, director técnico de la Asociación Empresarial Eólica, explica que estos sistemas se componen principalmente de "baterías de litio hasta otras tipologías" que funcionan con el mismo principio que las utilizadas en dispositivos móviles o coches eléctricos.

Un mapa para optimizar la ubicación de las baterías

El estudio presentado por la AEE modela el sistema eléctrico español completo en un escenario de 2028, incluyendo la red, la generación (tanto convencional como renovable) y la demanda. Se ha elegido este horizonte porque, según López, "es un escenario que podemos todavía reproducir con las planificaciones que tenemos, con un grado de fiabilidad bastante razonable".

"Lo que hacemos en este estudio es literalmente simular este escenario 2028 en el cual ya hay almacenamiento, es decir, ya estaría instalado tres gigavatios en la red de transmisión", explica el director técnico. A partir de esta simulación, se evalúa "qué ocurre cuando empezamos a añadir capacidad en algún nodo en concreto y cómo esa capacidad es capaz de ser utilizada".

Una de las principales conclusiones del estudio es que "hasta 3.000 megavatios no hay problema de integración técnica, y que a partir de 3.000 megavatios en el sistema hay que ir poco a poco y hay que ir planteando estrategias de despliegue que sean eficientes", señala Juan Virgilio Márquez, director general de la Asociación Empresarial Eólica.

La importancia de la ubicación estratégica

"No es lo mismo incorporar una batería en un nudo de la red o en otro dependiendo de lo que rodea ese nudo. Hay nudos que son más eficientes porque van a permitir que esa batería funcione de una mejor forma", explica Márquez. "Hay nudos que, aunque paradójicamente pueden parecer idóneos porque tienen muchos recursos renovables, a lo mejor no son los más adecuados porque no hay centros de consumo cercanos que permitan que esa batería pueda verter la energía".

Los retos regulatorios y económicos

Para que el almacenamiento sea viable, se necesita un marco regulatorio que proporcione certidumbre a los inversores. "Para que una batería sea rentable a día de hoy necesita conseguir dinero de muchas fuentes. No se consigue solo ingresos operando en un mercado spot, es decir, cuando hay precios bajos yo cargo la batería y cuando hay precios altos yo vierto esa energía y gano dinero. Ese arbitraje de precios no es suficiente", detalla Márquez.

Las baterías necesitan participar en múltiples mercados y el sector está pendiente especialmente del desarrollo de los mecanismos de capacidad, que son retribuciones que reciben las instalaciones por estar disponibles para garantizar la firmeza y flexibilidad del sistema.

El impacto en la volatilidad de precios

El almacenamiento puede ayudar a mitigar la volatilidad de precios que se observa actualmente en el mercado eléctrico. España ha registrado recientemente récords de precios negativos, llegando a -5,21 euros/MWh, mientras que las horas punta pueden alcanzar los 90 euros/MWh.

"Las baterías pueden ayudar a mitigar”, explica Márquez. Sin embargo, advierte que "no es la panacea. El almacenamiento no va a solucionar estructuralmente la volatilidad de precios".

El futuro del sistema eléctrico español depende en gran medida de la correcta integración de las energías renovables, y el almacenamiento mediante baterías se presenta como una pieza clave para lograr la transición energética de manera eficiente. Como concluye Márquez, "es un vector clave, pero es un vector que hay que hacerlo con inteligencia y con eficiencia".