¿Tienen relación las fake news y la neurociencia? Sí y una relación muy estrecha donde el sesgo de confirmación une ambos conceptos. El 83% de los españoles considera las noticias falsas como "un problema para la democracia”, según el ultimo Eurobarómetro de otoño realizado por la Comisión Europea.
¿Tienen relación las fake news y la neurociencia? Sí y una relación común y muy estrecha donde el sesgo de confirmación une ambos conceptos.
El 83% de los españoles considera las noticias falsas como "un problema para la democracia”, según el ultimo Eurobarómetro de otoño realizado por la Comisión Europea.
Las redes sociales han amplificado el problema de los bulos y la posverdad. En Facebook, WhatsApp o Twitter sólo me junto con aquellos que piensan como yo, de forma que se crean cámaras de resonancia.
A este aspecto se le une el sesgo de confirmación, que es la tendencia de una persona a favorecer la información que confirma sus suposiciones, ideas preconcebidas o hipótesis, independientemente de que éstas sean verdaderas o no.
“Las fake news no solo son un problema del periodismo que, dentro de su crisis, sigue haciendo un trabajo solvente; sino de un ecosistema de información que permite alimentar a cada ciudadano con su particular dieta de relatos que aumente su segregación de dopamina”, apunta Carlos Elías, catedrático de Periodismo de la Universidad Carlos III de Madrid.