Se acuerda de cuándo empezó a jugar al pádel a los seis años con una hora de clase a la semana. A los diez años despega cuando comienza a competir en el circuito de menores. Reconoce que ver a su padre deportista y le animó a empezar. También destaca la importancia de él en su carrera y en su evolución.
Sobre los torneos destaca el compañerismo que existe...hasta que se avanza de ronda cuando señala que en "los desayunos las sonrisas ya no son tan sonrisas, vamos quedando menos y las miradas no son tan cómplices". Por eso mismo, y dado el alto nivel, afirma que "para destacar hay que hacer más de las demás".
Insiste en la relación cercana con su padre y en cómo le conoce para saber pedirle más cuando sabe que puede darlo ya que ella misma es muy exigente consigo misma. No se atreve a decir cuándo dejará el pádel por la medicina, "me queda mucho tiempo por delante".
También analiza las compañeras con las que ha jugado a lo largo de su carrera, la situación del circuito con sus posibles mejoras y la relación con Ari Sánchez Fallada su actual compañera de juego y con la que ha llegado a la final del primer Open de la temporada de World Padel Tour.
Escucha la entrevista a Marta Ortega.