La presentadora y escritora, Nieves Herrero, ha venido a El Balance para hablar con Xelena Niedbala sobre su última novela ‘La Baronesa’. En ella cuenta la "increíble" historia de Carmen Thyssen, una vida de luces y sombras.
Podcast de la entrevista completa a Nieves Herrero con Xelena Niedbala en El Balance de Federico Quevedo
La periodista Nieves Herrero, nos habla sobre su obra 'La baronesa' de la mano de Xelena Niedbala.
Thyssen nació en los años 40 en una familia acomodada y pasó gran parte de su infancia en internados. Esto, dice la autora, ha hecho que la baronesa tenga “una gran facilidad de decir adiós” a día de hoy. Herrero lo ha enlazado con la desvinculación a última hora del libro.
El desencuentro entre Herrero y la baronesa
La baronesa llamó a la escritora para que hiciera un libro sobre su vida. Sin embargo, en medio del proceso, “se fue” sin saber lo que había ocurrido. La autora no comprende ni comparte su mundo aunque asegura haber “quedado cautivada” por la baronesa.
Herrero califica a Thyssen como una mujer “rebelde” que llegó hasta a cambiarse el nombre autodenominándose ‘Tita’. Una de sus virtudes, dice, es que siempre camina hacia delante. Nunca mira hacia atrás.
Lo que no se sabe de ella es que es una mujer “muy miedosa” que casi nunca sale a la calle. Dice la autora que sus únicos movimientos son la museo Thyssen o a algún despacho.
Los hombres en la vida de Thyssen
Cuando murió su primer marido, Lex Barker, Thyssen se acercó al mundo del esoterismo. “Un mundo del que nunca salió”.
Empezó para despedirse de su marido. Acudió a una médium que le dio unos datos que nadie más sabía. A raíz de esto, empezó a acudir a más videntes e, incluso, aprendió a echar las cartas.
Su segundo marido, Espartaco Santoni, “era un gran vividor”. Nadie de su familia fue a la boda, salvo su madre, que le avisó de que no lo hiciera.
Aquí llegó su infierno porque enseguida se acabó el dinero. Después de que le quitaran los muebles y viviera sin gas ni luz, puso punto y final a su relación.
Finalmente, da con el barón Thyssen, “que la pone muy arriba”. Desayuna con el rey Juan Carlos y merienda con el príncipe de Gales.
A pesar de estar entre las personas más ricas del mundo, Thyssen no lleva una vida ostentosa. Es más, le falta liquidez “porque todo lo que tiene lo invierte en cuadros”. Además, es una persona muy austera.