En la tertulia económica de El Balance, analizamos si África es un problema o una oportunidad para Europa. “De aquí a 2050, el problema migratorio que va a tener Europa va a ser África. Mientras que en Latinoamérica o en los países orientales el control de la natalidad está consiguiendo que las tasas de natalidad bajen, en África se está disparando”.
En la tertulia económica nuestros expertos analizan la actualidad económica. Con Luis de Vierna Salgado-Araujo, José Luis Moreno y Ramón Mateo.
Las regiones africanas son pobres y jóvenes. Por tanto, la inversión en formación es una solución para Europa, que cuenta con población envejecida. “África es claramente una oportunidad pero es la típica oportunidad que no está siendo bien gestionada por Europa. Ni por España”. En la actualidad, se estima que en África hay 1.400 millones de personas. Para 2050, se prevén 2.500 millones.
China es el principal inversor. Es más, “ha sabido tener un mejor acercamiento que los europeos. Creyéndonos con un liderazgo moral superior, hemos tenido una aproximación a África que no ha sido nada pragmática. No hemos sabido trasladar que iba también en beneficio de su desarrollo. China lo ha conseguido”. Según la opinión de los tertulianos, Europa debería revaluar cuál ha sido su aproximación a África. “Europa no está teniendo ni la acción ni la reflexión”.
Los tertulianos señalan que se tiende a tomar a África como una región homogénea. Sin embargo, es un conjunto de 54 países con muchas diferencias. “Hay potencias económicas como Nigeria. De hecho, es de los países, junto con China y la India, donde se ve que esa explosión demográfica va a continuar”.
Hay oportunidades que no se están valorando. “Con la inteligencia artificial y el teletrabajo, podríamos tener programadores en inteligencia artificial en África. Sería un buen momento para plantearlas”. Sin embargo, junto a estas potencialidades, hay limitaciones: “siempre que se habla de África se habla de inmigración y es agotador”.
Realidades y problemas
Una realidad africana más ocultada es que hay “países que son muy ricos en recursos naturales pero que se ven abocados a una suerte de maldición y de inestabilidad política, guerras y golpes de Estado”. Las élites económicas y militares controlan los recursos para tener ingresos propios. No para revertirlos en el desarrollo del país. “África ha tenido muchos ejemplos desde la descolonización en este sentido. Muchos de los países que se independizaban, aunque lo hacían con una lógica democrática, tomaron las estructuras coloniales. No tenían lógicas de representación democrática, sino extractivas, para beneficio de la metrópoli”. Los tertulianos indican que estas dinámicas han marcado inercias hasta día de hoy.
La deforestación es una problemática. “No se deforesta para hacer agricultura, como pasa en el Amazonas, sino para consumo”. En particular, “en el Congo, cada año, se deforestan 400.000 hectáreas. Cada dos, se desforesta la misma superficie que la Comunidad autónoma de Madrid”. Esta realidad ha crecido en los últimos años propulsada por el mercado de carbón. Su demanda ha crecido apoyada en la economía informal.