Es el mayor empleador de Estados Unidos y a pesar de ello una de las empresas con peor prensa en el país por sus bajos salarios. Me refiero a Walmart, una cadena minorista (la mayor del mundo) que incluye en algunos establecimientos un departamento en el los clientes pueden realizar donaciones para los empleados de la propia cadena a sabiendas de que hay gente que no llega a final de mes con los modestos sueldos. Walmart está inmersa en un proceso de cambio de imagen, subiendo algunos de esos salarios y defiendo el made in USA (de hecho se predispone a crear un millón de nuevos empleos en Estados Unidos hasta 2023 gracias a iniciativas manufactureras y a impulsar la compra de productos nacionales americanos); pero la empresa también enfrenta un impulso a su digitalización para ponerse al día ante el éxito del e-commerce de otras marcas que en la práctica le ha hecho daño.
En medio de este proceso el Economic Policy Institute (EPI) acaba de publicar que la importación de productos realizada por WalMart desde China entre 2001 y 2013, ha llevado a la pérdida de 400.000 puestos de trabajo en Estados Unidos. EPI aporta más cifras: si el déficit comercial con China se ha multiplicado por cuatro entre 2001 y 2013 hasta 324.200 millones de dólares, a Walmart le corresponden 48.100 millones de dólares de esa cantidad.
El debate no es nuevo, pero sigue de actualidad, ¿fabricar en casa para generar actividad económica y consumo o deslocalizar para poder ser competitivo en precio y ganar en márgenes?
(FOTO: Mike Mozart www.flickr.com)