Ya no solo harás la foto a tu café tradicional servido en la taza más espectacular, ahora disfrutarás más con el diseño que han creado con su espuma pensando en ti.


Siempre nos tomamos un café al día: El de antes de salir de casa, el del trabajo, a media mañana o después de comer... En el bar que solemos frecuentar pedimos nuestro café preferido, pero pocas veces nos sorprende su sabor o su presentación. Ahora, no solo en Londres podemos encontrar el café reconocido como “Selfieccino” que toma la forma del retrato que el cliente prefiera, sino que esta técnica también ha llegado ya a nuestro país y, seguramente, pronto se convertirá en hashtag viral en todas las redes sociales.


Lidia González, estudiante de Piano del Conservatorio y, actualmente, empleada del bar “Maneras de Vivir” en A Coruña, se propuso marcar la diferencia y empezó a practicar algunas figuras simples. Tras algunos meses de práctica lo logró. Ahora se dedica a impresionar a los clientes con las esculturas que hace con la espuma del café que se obtiene de la fusión del café expreso y la leche montada con vapor.


Sus obras de arte son hechas con la crema del café en tres dimensiones con volúmenes que tienen movimiento, haciendo que sus diseños se vean más reales. Aunque este café no cuesta más que cualquier otro de este mismo establecimiento, no se descarta la posibilidad de poder venderlo a un precio más alto y con un diseño personalizado para cada cliente.


En Londres, el bar que impulsó esta maravillosa idea cobra alrededor de 7.5 libras por café, algo más de 8 euros. Así, esta bebida artística se convierte en la nueva moda gastro defendida por los foodhunters.


Será el tiempo quien defina si estamos ante una nueva y revolucionaria técnica gastronómica o, de lo contrario, deberemos sumarla la lista de modas pasajeras.