Texto: Diego Rino - Ilustración: @santacenero*
Tengo un amigo que dice que los días antes de una carrera no se deben mantener relaciones sexuales. Yo le digo que no es que no quiera: es que no puede. Vamos, que no se come una rosca el pobre. Aunque la realidad es que nunca ha tenido sexo antes de correr, incluso cuando ha tenido pareja. Esto es porque tuvo un entrenador que se lo prohibió. La explicación que daba era que tener sexo antes de correr podía quitarle un punto de competitividad, ya que al tener relaciones nuestro nivel de testosterona (en hombres) y estrógenos (en mujeres) baja, y estas hormonas en carrera nos ayudan a tener ese “punch” para ganar esos segundos extra y hacer una buena marca. Y mi amigo, como buen friki del running, se lo tomó al pie de la letra.
Afortunadamente, no todos somos como mi amigo, pero si has llegado hasta aquí leyendo es que, realmente, te estás planteando si antes de una carrera deberías dar un descanso a tu actividad sexual. Oye, que no te juzgo, cada uno tiene sus prioridades. Mi primer consejo es que no te vuelvas loco o loca. Que hay que relativizar todo en esta vida, y que tanto si eliges una opción como la otra, estarás haciendo lo correcto. Y si tienes dudas, haz las dos cosas. Mejor arrepentirse de hacer algo que de no hacerlo.
Para que esta guía sirva de algo, lo primero que tienes que hacer es valorar en su justa medida qué significa para ti la carrera que vas a hacer, qué objetivo tienes y qué nivel de satisfacción (o insatisfacción) te va a suponer cumplir o no con ese objetivo.
¿Sexo o no?
-Si es una carrera “del montón”, de una distancia que estás acostumbrado/a a hacer, o no tienes pretensiones de hacer marca, ni lo pienses. La noche anterior disfruta con tu pareja todo lo que quieras o puedas, que no te va a pasar ningún tipo de factura. Como mucho, te encontrarás más cansado/a al acabar la carrera, pero el resultado final será haber realizado dos actividades que te producen un alto grado de satisfacción.
-Si es la primera vez que participas en una carrera, y te preocupa no poder acabarla, o pasarlo mal porque te falten energías después de una noche loca, tampoco te preocupes. Tener sexo la noche anterior no va a hacer que eches el higadillo en carrera (o, al menos, no más de lo que lo echarás si no has tenido sexo). Por si las moscas, tampoco te pases toda la noche en acción, pero un poco de “mambo” antes de una carrera en este caso te traerá más cosas buenas que malas.
-El caso anterior acepta algún matiz en el caso de que la distancia sea un maratón o algo más largo. En ese caso, tener actividad sexual la noche anterior nos puede hacer pasar un poco peor los momentos duros de la carrera. Si estás dispuesto a tomártelo con calma si te ataca fuerte el "muro" en la carrera, adelante con el sexo (mejor si es ligero, claro). Si te preocupa mucho el quedarte sin fuerzas o has preparado la carrera para ir a tope todo el tiempo, necesitarás toda la energía posible. En ese caso, no sólo el sexo debería esperar, sino cualquier actividad que implique moverse, incluido el hacer turismo por la ciudad que acoge la carrera.
-Si la carrera es corta o es una distancia a la que estás acostumbrado/a, pero la has preparado a tope y quieres hacer tu mejor marca personal. En este caso, aunque sólo sea por tu tranquilidad, mejor guardar tus fuerzas y concentración para la carrera. También así evitarás una situación incómoda, como puede ser estar en la cama con tu pareja y que no te relajes porque estás pensando si ese "polvete" acabará con tus posibilidades de récord. Para hacer algo a medias, mejor no hacerlo (¡me refiero al sexo!)
Todos estos ejemplos prácticos quedan anulados en el caso de que la actividad sexual a realizar sea algo muy especial, infrecuente o con pocas posibilidades de que se repita. En ese caso, piensa que carreras hay cada fin de semana y que tendrás más opciones de intentar ese récord.
Consecuencias de una noche desenfrenada el día antes de la carrera
*Dormir menos horas. Esto se soluciona teniendo el sexo más pronto o, incluso, en ese delicioso momento que es la siesta. Llegado el caso, hasta te puede facilitar conciliar el sueño si tienes problemas con ello.
*Cansancio físico. En función del frenesí provocado por la actividad sexual, puedes tener secuelas físicas en forma de agotamiento, agujetas u otro tipo de desgaste muscular. Una opción para evitar esto (con la complicidad de tu pareja) sería tener una actitud más pasiva y dejarte llevar un poco, lo cual también tiene su punto.
*Pérdida de competitividad. Sin entrar a valorar hasta qué punto esto tiene su influencia en el corredor popular, vamos a dar por supuesto que es así, en cuyo caso está bien tenerlo en cuenta. Por otro lado, estar unos días sin hacerlo antes de una carrera hará que el sexo post-competición sea más placentero, al “pillarlo” con más ganas.
*Aumento de la euforia, autoestima y alegría en general. Ninguno de estos efectos secundarios se ha demostrado como negativo antes de una carrera. Lo que se conoce en el ámbito científico como “dale a tu cuerpo alegría, Macarena”.
En definitiva, que hagas lo que te pida el cuerpo. Si decides que es mejor no hacer nada la noche antes para así no romper tu concentración o no cansarte de más, está bien pensado. Pero que por echar un "polvete" tampoco vas a echar por tierra todo tu entrenamiento. Recuerda que cualquiera de las dos actividades se ha de hacer, siempre, para divertirnos, y que ninguna de ellas se tiene que convertir en una obligación o en un impedimento para disfrutar de la otra.
Y para acabar, te voy a dejar este viejo dicho castellano que dice “A por una voy, dos vengáis, si venís tres no os caigáis” que, traducido, viene a decir algo así como “no te prives de ninguno de los placeres que esta vida te pone delante”.
*Si quieres ver más ilustraciones de Santacenero, visita su Twitter @santacenero.