Por Ana María Humanes
Las carreras populares son la esencia del running. Este tipo de eventos deportivos reúnen a cientos e incluso miles de corredores para recorrer las calles de cualquier ciudad y poner a prueba sus límites.
Los fanáticos del running tienen la oportunidad de protagonizar por unas horas el asfalto en una cita que cierra las principales calles al tráfico, pero los vecinos de las zonas afectadas pueden verse perjudicados por la celebración de este tipo de carreras.
En Madrid las carreras populares se realizan con frecuencia y los barrios favoritos de los organizadores son los más céntricos. Alejandro Merino, miembro de la Asociación de Vecinos de Retiro Norte, uno de los distritos más popularizados para la celebración de las carreras, insiste en que ‘’con las carreras populares el barrio se llena de suciedad, de restos de los dorsales, de las botellas o de los suplementos que toman los corredores‘’. Además ‘’al ser en fin de semana afecta al número de plazas para residentes por que se les obliga a buscar otro aparcamiento para sus vehículos’’.
La acústica, la limpieza de las calles y las grandes concentraciones de gente son los tres pilares que sostienen las quejas de los vecinos. ‘’Los equipos sonoros los ponen muy altos, a un volumen enorme que hace que vibren los cristales. Sobre todo durante las salidas y los ensayos’’. Así nos lo cuenta Jesús Martín, vocal de la Asociación de Vecinos Santiago Bernabeu.
El cierre del tráfico, aunque impide el desplazamiento de los vecinos de la zona, no supone del todo un problema. Así lo cree Eusebio Casado, presidente de la Asociación de Vecinos familiar San Cristóbal: ‘’al ser sábados y días festivos el impacto que tiene en la circulación es mínimo’’. Jesús Martín también considera que el corte de las calles no es lo que más molesta a los vecinos de Santiago Bernabeu. ‘’La mayoría de ellas son por la mañana temprano, en días de fiesta y el paso suele durar una hora o así’’.
La San Silvestre Vallecana parece ser la carrera popular que ocasiona verdaderas molestias. Al menos así lo cree Jesús Martín, vocal de la Asociación de Vecinos Santiago Bernabeu: ‘’el día anterior empiezan a instalar las verjas y el día de fin de año está toda la zona sur enjaulada porque colocan unas vallas metálicas y a partir de una determinada hora ya no se puede pasar. Los vecinos tienen muchas dificultades simplemente para ir al supermercado que está enfrente o para ir a su casa’’.
A lo largo de los años la organización de las carreras populares ha ido mejorando y algunos errores pasados ya no se han vuelto a cometer. Por ejemplo, según nos cuentan los vecinos próximos al Paseo de la Castellana, hace unos años los operarios utilizaban los altavoces para escuchar música mientras preparaban la carrera desde por la mañana temprano, pero desde que los vecinos pusieron cartas sobre el asunto esto no ha vuelto a suceder.
Sin embargo, todavía quedan algunas cosas por mejorar que no dependen de la organización, sino de los propios corredores, ‘’se deben comportar correctamente en muchas ocasiones porque empiezan el calentamiento, se meten por las rampas del garaje y muchos de ellos orinan ahí mismo cuando precisamente la organización ha situado urinarios para que no sucedan estas cosas’’, denuncia Jesús Martín.
Y según apunta Alejandro Merino, de la Asociación de Vecinos Norte ‘’muchos de los participantes en estas carreras se quedan en la zona con toda la afectación que aquello conlleva y tardan más en desmontar, es una hora cercana al mediodía entonces afecta’’.
De mejor o peor manera siempre hay una palabra que une a vecinos y corredores: deporte. ‘’La verdad es que eso es muy positivo’’, Eusebio Casado, presidente de la Asociación de Vecinos familiar San Cristóbal apoya estos eventos deportivos ‘’porque es fundamental para la vida diaria y hace que la ciudad sea un poco más amigable, más del ciudadano y del peatón y no de los coches, aunque sea por unas horas’’.
Siempre que el respeto sea mutuo se puede sacar el lado bueno de ambas posturas. Con sus pros y sus contras, las carreras populares van más allá del running: también son la esencia de la ciudad. ‘’Me parece que las carreras populares son una buena forma de unir a la gente’’. Una joven vecina que frecuenta el Paseo de la Castellana para sacar a su perro apoya estos eventos aunque ‘’suelen ser los domingos por la mañana que es un día en el que a lo mejor tienes que sacar el coche por lo que sea entonces te lo complican un poco’’. Pero de una forma u otra: ’’la verdad es que es por una buena causa y se acepta’’.