El oro siempre ha sido un valor altamente codiciado en la historia de la humanidad. Ha sido objeto de robos y saqueos en la antigüedad, cuando el barco era el único medio de transporte para largo recorrido pero, ¿que pasa con esos tesoros oculto que se quedaron en el fondo del mar?
Se dice que se podría hacer un recorrido por la historia a través del estudio de los barcos hundidos. Muchos de esos barcos contienen tesoros que permanecen en las profundidades del mar y que todavía no hay sido encontrados. Fruto de esas largas travesías, de las inclemencias meteorológicas y de las condiciones de navegación, existen en el mundo cintos de tesoros submarinos. Pecios que se han ido descubriendo con el paso de los años, con grandes cantidades de otro, sepultadas en el fondo de los mares, durante cientos de años.
La UNESCO ha presentado el barco hundido más antiguo del mundo. Está en Turquía y se hundió hace 3600 años. Fue en Turquía precisamente donde se inscribieron los principios de la arqueología subacuática, y en sus aguas existe una riqueza arqueológica muy amplia.
El presidente de la fundación turca para la arqueología subacuática aseguró que es posible encontrar restos de cada siglo, en las aguas turcas, desde el 1.600 antes de cristo hasta nuestros días. Ente ultimo ha sido encontrado en Antalia, al sur del país, a una profundidad de 50 metros y con una carga de cobre de 1500 kilos.
En España, el pasado mes de febrero, el ministerio de cultura presentó el primer inventario de naufragios españoles en américa, redactado por patrimonio histórico. Una parte de la historia de España desde 1492 hasta 1898. En este inventario se localizan 681 barcos hundidos, en el caribe, incluida la santa María.
Uno de los casos más sonados en España fue el de La mercedes el buque español hundido en 1804 que se convirtió en una batalla contra los ingleses. Lo descubrió la empresa estadounidense Odyssey en mayo de 2007, y suponía un tesoro de 500.000 monedas. El Gobierno español y la empresa llegaron a los tribunales por los derechos del pecio y la carga, un litigio que duró hasta 2012, cuando el Tribunal Supremo de Estados Unidos obligó a la compañía a devolver a España las monedas.
De los casi siete centenares de naufragios documentados, solo el 23% de ellos se saben dónde están, el resto siguen escondidos en las profundidades de los océanos. Quizá algún día se consiga encontrar todo ese oro en los fondos marinos.