Este jueves España y Marruecos escenifican la nueva visión de futuro de un problema histórico: la situación en el Sahara Occidental. La reconciliación despierta un fuerte recelo en el país vecino, Argelia, que no comparte este cambio estratégico del Gobierno de España. Se siente el "patito feo", según nuestro invitado capital.
Lo examinamos en clave geoestratégica con Eduard Soler, investigador sénior de CIDOB para el Mediterráneo y Oriente Medio. A continuación, puedes escuchar todas las claves de la entrevista realizada por Luis Vicente Muñoz en 'Capital, La Bolsa y La Vida'.
Desgranamos el avance positivo en la crisis diplomática entre España y Marruecos con Eduard Soler, investigador sénior de CIDOB para el Mediterráneo y Oriente Medio.
¿Por qué se ha producido un acercamiento entre España y Marruecos ahora?
"La reconciliación de España con Marruecos se ha producido en vísperas del Ramadán", afirma nuestro invitado capital. Para alcanzar una imagen de "intimidad" que sostenga el acercamiento entre ambos Estados, esta noche se producirá una cena de los dos gobiernos. Justo en el momento del día donde la comunidad musulmana rompe su ayuno durante estas jornadas.
La cena, por tanto, arroja, según Soler, una escenificación de reconciliación y familiaridad que dista mucho de las relaciones de Marruecos y España en los últimos años.
Yendo a las razones que han motivado este suceso, Soler sostiene que "si por España fuera, la crisis diplomática no habría existido". Nuestro país no ha retirado embajadores, ni ha amenazado a Marruecos en ningún momento.
Sin embargo, con el cambio de política exterior que experimentó Estados Unidos en la era Trump, que llevó al reconocimiento de la "marroquinidad" del Sáhara Occidental, Marruecos esperó que España hiciera lo mismo, pero no se produjo y llevó al inicio del descontento.
Ahora, en cambio, Marruecos ha decidido rebajar la tensión tras la carta enviada por el presidente Sánchez el pasado 14 de marzo. Soler subraya que no se trata de un gesto similar al dado por Trump durante su mandato, pero sí se acerca a las posiciones que defiende el país marroquí. "La solución autonómica es la más factible en estos momentos".
Con este paso, España pretende cerrar la crisis diplomática, recuperar la normalidad en la interlocución entre países e intentar que Marruecos no vea a España como un actor hostil.