El fondo soberano de Noruega anticipa un futuro no muy bueno para los inversores ante una inflación permanente en dónde se enfrentarán a un periodo de bajas rentabilidades.
Nicolai Tangen, director ejecutivo del fondo petrolero de 1,3 billones de dólares de Noruega, advierte en una entrevista para Financial Times, que la inflación: “podría ser más fuerte de lo que generalmente se espera”, ya que el mundo experimenta una alta demanda y una interrupción persistente en las cadenas de suministro.
Son tiempos difíciles para la inversión, pero Tangen asegura que el futuro va a ser “mucho más difícil”.
2022 no comienza con buen pie ya que las tasas son extremadamente bajas, en un mercado de valores muy alto, con una inflación que además de creciente va acelerada.
Ya no es solo el el fondo de riqueza más grande del mundo quien advierte de esta situación financiera, economistas como Nouriel Roubini, CEO de la consultora RGE Monitor, aseguraba que los inversores deben buscar otros activos para protegerse de las turbulencias, sugiere: “un cambio de estrategia en sus carteras”.
Pero esta mala situación va mas allá, se extiende a todos los ámbitos y más lugares ya que la inflación también es mala para las acciones porque provoca tipos de interés más altos, tanto en términos nominales como reales.
¿Cómo esquivar este “shock” inflacionario?
Se sabe que a medida que aumenta la inflación, la correlación entre los precios de las acciones y los bonos pasa de negativa a positiva, por lo que una subida de los precios conduce a pérdidas tanto en acciones como en bonos.
El margen para esquivar entonces un posible “shock” inflacionario es hoy muy limitado, puesto que una inflación alta dañaría tanto las acciones como los bonos, dejando sin duda a las carteras desprotegidas y dañadas.