Guerra comercial, brexit, Italia, recesión… Estos son los acordes principales que acompañan a los mercados financieros en los últimos meses, tensión que se refleja en el VIX y también en los soberanos que “abandonan la renta variable por la renta fija”, apunta Invesco en su último estudio de gestión de activos soberanos.
Las voces que apuntan a un próximo final de ciclo son ya amplia mayoría, casi nueve de cada diez soberanos “esperan el final de ciclo en los próximos dos años”. Esta situación sumada a la volatilidad y a una más que probable rentabilidad negativa en la renta variable ha llevado a estos inversores a tomar posiciones defensivas.
Las carteras soberanas vuelven a apostar por la renta fija, según Invesco, con un promedio de un 33% en estas inversiones. Además la caída de los precios de las acciones y el giro hacia carteras más defensivas provocó que las inversiones de los soberanos en 2018 tuvieran un rendimiento del 4% lejos del 9,4% marcado en 2017.
Los inversores soberanos también están reposicionando geográficamente sus carteras. La parálisis del brexit y la desaceleración del crecimiento económica de la zona euro, Olli Rehn, miembro del Consejo de Gobierno del BCE asegura que “ya no es temporal”, han debilitado el atractivo inversor de las economías del Viejo Continente.
“La Europa continental es cada vez más volátil”, apuntan los expertos de Invesco. A esta volatilidad le suma el populismo en países como Alemania e Italia “que no deja de aumentar” y especialmente la guerra comercial con Estados Unidos que salpica a la Unión Europea con posibles aranceles a las industrias europeas más punteras. “Estas cuestiones han tenido un efecto negativo en el impulso económico”.
En el lado opuesto se encuentra China. Los fondos soberanos apuestan por el gigante asiático en detrimento de Europa y Estados Unidos, donde las inversiones de estos cayeron un tercio. El avance del Banco Central Europeo hacia unas tasas de interés negativas “dejan poco espacio para algunos inversores y esto ha supuesto una señal de potencial de crecimiento limitado en un futuro próximo”.
China, según los datos recopilados por Invesco, ha sido el que más ha mejorado en su calificación, seguido por Brasil e India. El Reino Unido ha registrado las caídas más pronunciadas de inversión soberana.
La excepción china
A pesar de que 2018 fue un año complicado para los mercados emergentes con las convulsiones financieras en Turquía y Argentina con una “especial preocupación por un contagio mayor”. Los inversores soberanos han aumentado su exposición a estos mercados emergentes y su apuesta a largo plazo.
“La presencia de una deuda soberana estable y a largo plazo el capital aumenta el atractivo de los mercados emergentes a otros inversores”, señala Invesco. A pesar de la tensión comercial y la aproximación del fin de ciclo, “los temores y correlaciones observados durante los ciclos anteriores están sobrevalorados”, añaden.
Sin embargo, la guerra comercial entre Pekín y Washington sigue amenazando ambos bloques. “Muchos inversores soberanos expresaron su optimismo de que las negociaciones en curso podrían tener un resultado positivo para los inversores extranjeros”, apuntan los expertos.
La última reunión del G20 en Osaka (Japón) ha suavizado la tensa relación entre Donald Trump, presidente de Estados Unidos, y Xi Jinping, presidente la República Popular de China. Además, los expertos ponen en valor los últimos pasos dados por el Gobierno de Pekín con la Ley de inversión extranjera en el primer trimestre de 2019 y las mejoras en la protección de los derechos humanos y propiedad intelectual, “son grandes avances”.
“Somos constructivos con respecto a China. A fin de cuentas deben lograr esta transformación. de China. Los problemas de reputación como un mal factor económico son la historia de ayer. Es una cultura muy emprendedora y su transformación de una economía basada en la agricultura a una tecnología de valor añadido y servicios innovadores la economía ya está bien encaminada”, recoge Invesco en su estudio.
La apuesta por la renta variable “es la clase de activos más atractivos” para la inversión soberana. Sin embargo en la cuenta de resultados del Gobierno de Pekín hay que apuntar en el debe la falta de transparencia junto con las restricciones a la inversión y los riesgos monetarios “se consideran los principales obstáculos”.
Bajo este escenario, los inversores soberanos acuden al gigante asiático con estrategias activas a largo plazo a través de la renta variable, renta fija y activos reales.