El primer paso: analizar para qué queremos el ahorro. ¿Ahorramos para nuestra jubilación, para comprar una casa, para los estudios de nuestros hijos? "El objetivo de ahorro es importante para que las decisiones sean coherentes con la estrategia de inversión", señala Gema Martínez, responsable de asesoramiento y gestión de carteras de fondos en GVC Gaesco.
El objetivo de ahorro servirá también de guía para delimitar nuestro perfil de inversión. Un buen asesor deberá conocer bien nuestro perfil "para saber cuánto somos capaces de aguantar en el mercado y nuestra situación financiera para tomar buenas decisiones", añade Blanca Comín, responsable de redes de distribución de Amundi Iberia.
Pero, más allá de un buen asesoramiento, el inversor también debe tomar gran parte de la responsabilidad de la inversión: "la gente debe entender dónde está invirtiendo y leer las fichas de fondos", insiste José María Luna, quien lamenta que muchas veces los clientes recurren a productos escaparate porque se han dejado guiar por la publicidad".
El deber de las gestoras es proporcionar más información al cliente. Sobretodo porque "hay muchos términos de inversión que la gente desconoce", asegura Faris Hamadeh, director, business development para Iberia en Aberdeen Standard Investments.