Los ingresos de Vodafone disminuyen un 6,2% hasta los 43.700 millones de euros y registra 7.644 millones de euros de pérdidas en su último ejercicio fiscal, terminado en marzo. Vodafone anuncia el recorte del dividendo anual en un 40%, de 15 a 9 céntimos, para controlar una deuda que asciende a 27.000 millones de euros. Esto contradice el compromiso de Nick Read, Consejero Delegado de Vodafone, anunciado en noviembre de mantener el pago a los accionistas sin cambios.
La compañía explica que se debe al impacto del tipo de cambio de divisas, el impacto de la adopción de la NIIF 15 –que deduce ciertos componentes de las comisiones de los concesionarios de los ingresos por servicios–, varios deterioros y la venta de Vodafone Qatar.
La empresa ha presentado una pérdida operativa de 951 millones de euros, impactada por deterioros de valor en algunos mercados, como España y Rumanía, además de algunas empresas asociadas, como Vodafone Idea.
Las pérdidas trimestrales también reflejan un impacto negativo de 3.400 millones de euros por la venta de Vodafone India tras completar la fusión con Idea Cellular el 31 de agosto. También ha acusado unos mayores costes financieros, por el impacto de las divisas, pérdidas de mercado y un mayor endeudamiento bruto asociado a la transacción de Liberty Global.
El EBITDA de Vodafone alcanza los 14.139 millones de euros en el periodo, lo que supone un descenso frente a los 14.737 millones de un año antes.
En cuanto a España, el EBITDA llega hasta los 1.079 millones de euros, un retroceso del 23,5%. Bajan también los ingresos por servicio siendo de 4.275 millones, una caída del 6,4 % interanual que Vodafone atribuye al "reposicionamiento de precios" impulsado en mayo para ganar competitividad, y a la decisión de no renovar los derechos del fútbol por su falta de rentabilidad.
Por otro lado, en cuanto a los clientes nacionales, la firma perdió en un año 115.000 de móviles, 123.000 de banda ancha y 49.000 de televisión, aunque logró elevar los clientes de fibra.