Un recadero personal y móvil. Eso es lo que nos propone Glovo, una app que compra, recoge y entrega cualquier cosa que necesitemos en un tiempo medio de media hora, siempre dentro de una de las cinco ciudades en las que opera: Barcelona, Madrid, Valencia, París y Milán.


Glovo es sólo una pequeña parte del iceberg de economía colaborativa que despunta en el mercado de las apps. Esta tendencia consiste, principalmente, en intercambiar y compartir bienes y serviciosa través de plataformas electrónicas. ¿Cómo lo hace Glovo? Con la ayuda de una plantilla de glovers, los empleados que se encargan de traernos nuestro pedido.


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Así, mediante la app, nosotros podemos estar en contacto constante con nuestros glovers para conocer el estado de nuestro pedido. ¿Pero cómo funciona todo el proceso? Glovo cuenta con diversas categorías: comida, farmacia, regalos, supermercados... pero también cuenta con categorías más personalizadas.


Eso sí, antes de hacer un pedido, tenemos que insertar los datos de nuestra tarjeta de crédito. Pero la app no efectúa ningún pago hasta que el usuario no recibe el pedido.


Para cerrar el pedido, Glovo necesita la firma del cliente. Para validar que el pedido está entregado, el cliente firma en el teléfono del Glover que se ha encargado de su pedido y que se lo trae a casa.


La app cuenta con unos 500 glovers en total y cobra una comisión de comercio y una tarifa al destinatario final. En Madrid y Barcelona, cuenta con unos 300 partners. Todavía no nos imaginamos hasta qué punto estas nuevas tecnologías podrán ayudarnos en nuestro día a día. Lo que sí está claro es que, una vez más, resolvemos situaciones de apuro gracias a nuestro smartphone.