El presidente de Audi, Rupert Stadler, ha sido detenido en la mañana del lunes. Está supuestamente implicado en la manipulación de las emisiones de los vehículos diésel en el seno del grupo Volkswagen.
La propia justicia alemana señalan que deben decidir ahora si el máximo dirigente de la marca Audi sigue o no en prisión.
Justo el lunes pasado la Fiscalía Estatal de la ciudad alemana de Múnich anunció que investigaba a Rupert Stadler por presunto fraude en relación con el caso de manipulación de emisiones contaminantes. Varios medios alemanes confirmaron que su domicilio fue registrado por presunta responsabilidad indirecta en la emisión de certificados falsos de esas emisiones. La Fiscalía precisó que también estaba implicado otro miembro del Consejo y que con estos dos nuevos responsables de Audi asciende a veinte el número de personas investigadas en el caso.
La Fiscalía de Múnich investiga a Audi por fraude y publicidad ilegal en la venta en EE.UU. entre 2009 y 2015 de alrededor de 80.000 vehículos. Sospecha que se habían instalado dispositivos para manipular los valores de las emisiones con el fin de cumplir los límites fijados en Estados Unidos, sin informar a los compradores.
En enero la Oficina Federal de Vehículos a Motor (KBA) de Alemania, dependiente del Ministerio de Transportes, ordenó a Audi llamar a talleres y reparar más de 127.000 vehículos diésel manipulados.