El grupo prevé una inversión global de 8.400 millones de euros, desinversiones de unos 300, que se sumarán a las completadas recientemente, y un dividendo de 1,59€ en efectivo en 2022, frente al euro por acción anual mínimo que pagaba hasta ahora. El grupo aspira a conseguir a través de una aceleración del programa de eficiencia unos ahorros anuales de 500 millones de euros de 2022 en adelante.
El foco del grupo será eminentemente orgánico y espera alcanzar EBITDA de unos 5.000 millones de euros en 2022, frente a los 3.915 millones del año pasado. El beneficio neto se situaría en 1.800 millones de euros, frente a 1.360 millones en 2017. Naturgy omitió esta vez el porcentaje mínimo del beneficio destinado a dividendos, pay-out que antes estaba en el 70%, pero sí anunció recompras de acciones por hasta 2.000 millones de euros en el periodo, con un máximo anual de 400 millones.
Actualmente, el 40% de Naturgy está en manos de grupos de inversores con perfil exigente y representados en el consejo, como CVC o Capital Group, 3%, mientras que La Caixa sigue controlando más del 24%. Otros accionistas minoritarios relevantes son la energética pública argelina Sonatrach, 4%, que también es una de las fuentes principales de gas de la empresa, y el fondo Capital Group, 3%.