Los viajes del Imserso nacieron como un programa financiado parcialmente por el Estado que se llevaría de viaje por todo el país a los más mayores de España, desde octubre hasta junio: los meses más fríos y con menos turismo en nuestro país por aquel entonces.
Los dos primeros destinos fueron Benidorm y Palma de Mallorca. Los primeros datos: 16.000 plazas y 19 hoteles a los que podrían acudir los que se apuntaran en cualquier momento desde octubre hasta junio. Solo se podía reservar plaza en 100 puntos de venta en toda España y, para este experimento, el primer año el gobierno había destinado ya 1 millón de euros.
Desde entonces han pasado 32 años las cifras se han multiplicado. En la temporada 2018/2019 hasta 938.000 viajeros pueden reservar plaza en estos viajes, hay 400 hoteles a los que poder acudir y el presupuesto para esta partida en 2018 ha sido de 69 millones de euros.
Han pasado 32 años, y lo que antes era una iniciativa, en parte, destinada a favorecer a los hoteles, ahora no gusta tanto a estos negocios. Los hoteleros no parecen tan contentos con este programa de vacaciones, de hecho, afirman que para ellos, acoger a estos viajeros “es una ruina”.
El agobio de los hoteles ha llegado a tal punto que la Confederación Española de Hoteles ha pedido al estado que se incremente la dotación presupuestaria al programa. Porque ahora, por cada viajero del Imserso en una habitación con pensión completa, los hoteles solo reciben 20 euros por persona y día.
Antonio Mayor, presidente de Hosbec, la patronal hotelera de la Costa Blanca, asegura que hoy en día los hoteles pierden dinero por acoger a estos viajeros. Por eso, aparte de pedir que el gobierno aumente la cantidad que destina a esta partida, creen que otra solución sería ofrecer la posibilidad de que sean los propios viajeros los que asuman parte del coste. Claro, que con esta solución, hay que tener en cuenta el nivel adquisitivo de los jubilados, y por ende, lo que cobran por las pensiones. Para Inmaculada Ruiz, presidenta de la asociación provincial de jubilados de Ávila, ese es uno de los motivos por los que esta solución es inviable.
No parece difícil dudar si con todos los conflictos que están surgiendo en torno a los viajes del Imserso, podríamos estar cerca del final del programa de vacaciones para la tercera edad. De hecho, desde 2009 cada vez se destina menos dinero a esta partida en los presupuestos. Ese año alcanzamos el máximo histórico con 127 millones de euros, pero ahora, casi 10 años después, esa cifra ha bajado a casi la mitad. Este año 69 millones han ido a la partida de este programa de vacaciones.
Según Ruiz, solo en España tenemos un programa de vacaciones subvencionado parcialmente por el Estado. Somos la envidia de los europeos, y ese interés también lo hemos visto en algunos diarios extranjeros online, donde incluso explican cómo pueden los extranjeros residentes en España inscribirse en este programa. En palabras del propio diario: un regalo del gobierno español.