De ese importe de capex, un 65% se destinará a proyectos de crecimiento y el resto se dirigirá a operaciones de mantenimiento. Reynés ha concretado que las cifras no incluyen operaciones por crecimiento inorgánico: “Dentro de nuestro Plan Estratégico no hemos previsto ninguna inversión inorgánica porque no queremos estar atados a compromisos que no sean compatibles con el otro compromiso del Plan de ser disciplinados en nuestra política de inversión. Estamos abiertos a cualquier operación siempre y cuando cumpla con las condiciones de rentabilidad mínima y no hemos contemplado ninguna en nuestros números”.
En 2018, Naturgy destinó 2.321 millones de euros a inversiones, por lo que en la partida de este ejercicio caen un 16%. Sin embargo, Reynés ha matizado que en el año anterior se destinaron 400 millones a buques metaneros. Sin esa inversión específica, la partida de este año aumenta un 5%.
Por otro lado, el directivo destaca que se han ejecutado a 2.750 millones del total de 3.000 previsto para desinversiones. Además, no contempla desprenderse del negocio panameño.
Tras su primer año al frente de la antigua Gas Natural Fenosa, Reynés prevé que la compañía gane 1.400 millones de euros en 2019 y alcanzar un Ebitda de 4.600 millones, un 15% más. En cuanto a la deuda, prevén que crezca un 11,2%, hasta situarse en 15.200 millones, un incremento que el presidente atribuye a la nueva normativa contable IFRS16 que obliga a las empresas a contabilizar como deuda algunos activos que antes no incluían.
Para los accionistas, Naturgy prevé elevar un 5% el dividendo en 2019, hasta 1,37 euros por acción, desde los 1,3 euros con cargo a 2018. También mantendrá el plan de recompra de acciones propias por 400 millones de euros para su posterior amortización.
El Plan Nacional Integrado de Energía y Clima, “una hoja de ruta clara”
La apuesta de Reynés es la descarbonización y las renovables y la mantiene a pesar de la convocatoria de elecciones generales. Considera que el Plan Nacional Integrado de Energía y Clima de la ministra para la Transición Ecológica, Teresa Ribera, es "una hoja de ruta clara" y cree que, "independientemente de quién gane" las próximas elecciones generales del 28 de abril, "va a ser más o menos igual", porque los acuerdos van más allá de España, con la guía de las políticas de la Unión Europea y los Acuerdos de París.
A pesar de ello, considera que el plan necesita todavía un marco normativo concreto y que los planes españoles necesitarán todavía del apoyo de los ciclos combinados de gas como “sistema de backup”.
Respecto a las centrales de carbón, Reynés señala que con los precios crecientes del CO2 y los costes del carbón, estas plantas son inviables y no competitivas, como quedó claro en los resultados del ejercicio 2018. "Más triste que una fábrica parada es una planta que está en marcha y pierde dinero, y esta es la situación hoy de las plantas de carbón", concluye. El cierre de las mismas dependerá de los permisos de las “autoridades” pertinentes, pero la solución pasa por un desmantelamiento ordenado que incluya soluciones para las plantillas como recolocaciones o prejubilaciones.
Contexto internacional: Argelia no es un problema
Naturgy tiene un plan B por si la incertidumbre política en Argelia pudiera poner en riesgo el suministro de gas. Sin embargo, Reynés puntualiza que no hacen falta provisiones, porque la compañía no tiene exposición material y cuenta con suficientes contratos para enfrentar un hipotético problema en el suministro argelino: "La posibilidad de que falte suministro debido al riesgo político es prácticamente nula".
En el resto de mercados donde está presente tampoco percibe problemas.