Las ganancias anuales de Burberry caen por segundo año consecutivo. La compañía anuncia planes para mejorar el crecimiento en ingresos, impulsar la productividad y ahorrar 100 millones de libras anuales (144 millones de dólares) hasta 2019. Para el próximo año fiscal ha aprobado un programa de recompra de acciones de 150 millones de libras.
El beneficio antes de impuestos de Burberry cae un 10% hasta los 421 millones de libras (608 millones de dólares), algo por debajo de lo estimado por los analistas. Para 2017 se espera que sus ganancias estén en la parte baja del rango.
La presión aumenta para el CEO de la compañía, Christopher Bailey, después de que el mes pasado se anunciase que la previsión de las ganancias para este año fuera de 405 millones de libras, más bajas de lo esperado.
Las ventas en Hong Kong caen más de un 20% por tercer trimestre consecutivo. En Europa, los ataques terroristas afectan a las ventas, mientras que la demanda de Estados Unidos sigue siendo desigual.
Burberry se ha visto particularmente afectada por la falta de demanda en Hong Kong, ya que sólo tiene un pequeño número de tiendas en Japón, donde los compradores chinos han desplazado el gasto para aprovechar la debilidad del yen.
Sin embargo, durante el año pasado las ventas en el mercado japones aumentaron más del doble, aun así no supusieron más del 2% del total de ventas.
Los analistas e inversores apuntan que las dificultades de Burberry son a causa de que Bailey no es capaz de dirigir la compañía de forma eficaz y a la vez ser su director creativo.
El analista de Bank AG MainFirst, John Guy, opina que para la compañía sería positivo nombrar un nuevo director ejecutivo para que así Bailey pueda centrarse en el diseño y la estrategia de la compañía.