Naturgy deja en el aire – una vez más – Géminis, su plan de escisión en dos nuevas compañías cotizadas. En febrero la operación se lanzó al mercado entre sombras y suspicacias sobre qué pasaría.
Meses después se decidió que se retrasaba hasta después de verano y cuando hemos vuelto de la playa dicen que más allá de final de año. ¿Está en peligro la gran operación empresarial del mercado español?
Escucha la historia completa en este podcast de Mercado Abierto:
La energética de Francisco Reynés cree que no es el momento mientras los analistas apuntan a mejores valoraciones en el futuro para cerrar la operación
La sombra del gas argelino planea sobre Naturgy mientras Géminis se desvanece. El proyecto transformacional bajo el horóscopo con el ojo puesto en la dualidad, complejidad y contradicción ve que se cierra sin ni siquiera haber empezado.
Gas Natural Fenosa o, tiempo atrás, Gas Madrid y Catalana del Gas es hoy la Naturgy de un Francisco Reynés que no sabe muy bien cómo llevar a término la operación bursátil de la década, al menos de lo que llevamos, en España.
Decisiones salomónicas para afrontar con mejores garantías los actuales retos de un mercado energético azotado por la guerra en Ucrania – en definitiva, la seguridad energética – la transición ecológica y la paz accionarial que, en este caso, ha sido complicado de alcanzar.
Camino, el de Géminis, emprendido un 10 de febrero dos semanas antes de la sorpresa que llegó de madrugada la guerra en Ucrania que ha trastocado los planes de todos y que a las empresas inmersas en una transformación como la de Naturgy les ha servido de justificante para ir retrasando sus planes.
Primero se dijo que hasta finales de año por el contexto. Pero el contexto no ha cambiado, estamos tratando de abrir la puerta al otoño y con la caída de las hojas echar el cierre sobre un 2022 que, en algunos casos, pide que se lo olvide temprano.
Nuevos retrasos
Así las cosas, Naturgy ha decidido, cuenta CincoDías, echar el freno a Géminis y todavía mantener bajo las alas de su mariposa naranja a los negocios reguladores y liberalizados. La razón que se esgrime es que en el actual contexto convocar una junta de accionistas, repartir la deuda entre ambas compañías e ir consiguiendo los permisos de las nuevas cotizadas es complicado y que mejor, para que no les pille el toro, dejarlo para 2023.
Recordar, que en su día ya se avisó.
El calendario de la operación no está escrito sobre piedra y la idoneidad o no de llevar a término la operación dependerá de, entre otras muchas razones, la evolución del mercado, la visibilidad regulatoria, las incertidumbres y los permisos administrativos.
De hecho, fuentes de la energética insisten en que cuando se presentó la idea era tenerla cerrada a finales de año, pero también puntualizan que "se ha comentado en varias ocasiones que el actual escenario (imprevisto) obligaba a repensar los plazos".
Géminis, el día de su presentación, supuso una caída histórica para Naturgy en bolsa. Del 12%, la mayor desde el crash de marzo de 2020. Mientras, la energética busca adaptarse con un entorno geopolítico de problemas.
Geopolítica de fondo
Europa afronta este invierno con el suministro de gas desde Rusia en suspenso y con todo el Viejo Continente elaborando planes de contingencia para unos meses con el gas por las nubes.
En España, de hecho, esto se conjuga con la ruptura del primer proveedor de gas, Argelia, tras el cambio de la posición del Gobierno sobre la independencia del Sáhara. Mientras, Reynés negocia nuevos contratos con la socia argelina, Sonatrach aunque el horizonte queda desvanecido sobre el final del conflicto.
Mientras, la lucha en el consejo de administración sigue abierta. La volatilidad paraliza Géminis y es que cuenta Vozpópuli que GIP está en conversaciones – avanzadas – para que la parte que posee de Naturgy se quedé en mano de la francesa Total Energies.
Esto sería un 41% de la española – que tienen GIP y CVC – y que, de llevarse a término la operación de que el Gobierno aprobara un movimiento como este, terminaría por ser gala y quedar en manos de una Emmanuel Macron que a proyectos como el MidCat nos dice que no.
La empresa francesa, con presencia en Portugal, tiene interés en crecer en el mercado español y Naturgy es una oportunidad como ninguna otra. CVC quiere irse de la que dirige Francisco Reynés y quiere hacerlo antes del Consejo Europeo que celebra la de inversión a final de año.
De su cartera Naturgy es lo que podría salir más fácil mientras que van que sí, que no con Géminis. Una operación que se cerrará, pero no sabemos cuándo.