El ebitda o beneficio bruto de explotación aumenta un 12%, hasta los 1.804 millones de euros, cifra que también es ya superior a la mitad del objetivo anual situado en 3.400 millones. Destaca el crecimiento del 42% del ebitda en el negocio liberalizado, cuyo margen se ha incrementado en un 19% gracias, entre otros factores, al descenso de los precios de la electricidad en el mercado mayorista y la mejor en el negocio de gas.
Por otro lado, el margen del negocio regulado crece un 0,4%, por la mejora en la retribución de la distribución.
Los ingresos caen un 1% en el periodo, hasta los 9.934 millones, mientras que los gastos fijos de explotación se mantienen en línea con el primer semestre de 2017 y ascendieron a 1.012 millones de euros, frente a los 1.016 millones del mismo periodo del año anterior.
Las inversiones brutas crecen un 4%, hasta los 554 millones, principalmente por la construcción de potencia eólica y fotovoltaica adjudicada en las subastas de renovables de 2017.
La deuda financiera neta aumenta un 19% con respecto a la que había a 31 de diciembre de 2017 y se sitúa en 5.956 millones de euros, 971 millones más que al cierre del pasado ejercicio, debido al pago de dividendos por importe de 748 millones -con un pay out del 100%- , así como a la adquisición de cinco parques eólicos de Gestinver.
La producción total del periodo es de 34.868 gigavatios hora (GWh), un 7,5% menos que en el primer semestre de 2017, por el aumento de la generación de origen hidráulico en el conjunto del sistema eléctrico español, que ha dado lugar a un descenso en la producción de las centrales térmicas.
La generación hidráulica aumenta un 68% y la renovable un 17%, mientras que la nuclear cae en un 10%; la de gas natural, un 26%, y la de carbón, un 22%.