"Según la legislación alemana, VW está obligada a comunicar información esencial a los inversores y al mercado de capitales. Estamos firmemente convencidos de que VW debería haber informado a los mercados a más tardar en junio de 2008. VW obtuvo fraudulentamente una aprobación. VW lo admitió en los Estados Unidos. Hicieron trampa una y otra vez."
Las acciones de la compañía perdieron hasta un 37% de su valor tras el destape del dieselgate en 2015. En total, los accionistas han presentado 1.670 reclamaciones para obtener una compensación.
Aunque VW ha admitido el fraude sistemático en las emisiones, niega haber cometido un error en materia de divulgación regulatoria. Markus Pfueller, abogado de Volkswagen:
"En nuestra opinión, este juicio se refiere únicamente a la cuestión de si Volkswagen cumplió con su obligación de información a los accionistas y al mercado de capitales. Estamos convencidos de que así es. Como es habitual en juicios tan grandes, la corte fijará la agenda y esperamos la presentación de la corte".
A día de hoy, el escándalo le ha costado a Volkswagen 27.400 millones de euros en multas y revisión de vehículos.